Las recientes huelgas en las minas Escondida y Grasberg, los dos mayores yacimientos de cobre del mundo, han llevado a diversos analistas a proyectar que el mercado global del metal entrará en déficit. Sin embargo, un cambio en el sistema tributario de China podría contrarrestar el descenso en la producción que han causado las paralizaciones.
El 1 de enero comenzó a regir un ajuste en el gravamen de exportación sobre los principales metales básicos, incluido el cobre. Con sólo unas pocas excepciones, los tributos fueron reducidos considerablemente o eliminados por completo, lo que, a juicio de Commerzbank, "podría resultar en que China exporte más metales en el futuro, mejorando la oferta en los mercados globales en cuestión".
El impuesto de los envíos de cátodos de cobre con un contenido del metal de 99,999% fue abolido (hasta el año pasado la tasa era de 30%). Además, el gravamen sobre varios productos refinados y en bruto fue rebajado de manera significativa.
En un reciente informe, los economistas del banco alemán detallaron que las importaciones chinas de cobre refinado han disminuido en los últimos meses. Según datos de Aduanas, el país compró 3,2 millones de toneladas en términos netos en 2016, lo que representa un declive de 8% frente al año previo.
Sin embargo, hubo claras diferencias entre la primera y la segunda mitad del año. En este último período, las internaciones netas fueron un 30% menor a la cifra registrada entre enero y junio.
Los embarques de cobre refinado se duplicaron hasta 426 mil toneladas en el ejercicio pasado.
Una situación similar se produjo con las importaciones netas del mineral en bruto y productos de cobre, que llegaron a 4,1 millones de toneladas. Las exportaciones en este segmento saltaron a 885 mil toneladas.
Producción histórica
En tanto, China adquirió más concentrado de cobre que luego fue convertido en cobre refinado en territorio nacional. Datos de la Oficina Nacional de Estadísticas citados por Commerzbank muestran que la producción del metal alcanzó un máximo histórico de 8,7 millones de toneladas en 2016, lo que se explica por los atractivos márgenes de refinación.
Los expertos de la firma acotaron que los inventarios de cobre han subido bruscamente en China desde comienzos de año, por lo que "claramente existe en la actualidad material de superávit que podría ser exportado a precios de mercado mundial atractivos".
De acuerdo a los analistas, esto podría provocar que haya un mejor suministro global del mineral que lo previsto. "Las mayores exportaciones chinas y/o menores importaciones ayudarían a amortiguar los cortes en producción que han sido causados por las huelgas en lo que va del año", manifestaron.
El banco pronostica que el precio promedio del cobre subirá desde US$ 2,21 la libra el año pasado a US$ 2,54 en 2017, para luego recuperarse a US$ 2,65 en 2018.b