El vicejefe del Estado Mayor chino, Wang Guanzhong, respondió hoy irritado a las críticas lanzadas en los últimos días contra Beijing por Estados Unidos y Japón respecto a sus disputas territoriales con varios de sus vecinos.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, acusó el sábado a China de desestabilizar la región, durante la Conferencia de Seguridad Diálogo Shangri-La en Singapur, un foro de seguridad para funcionarios gubernamentales, militares y expertos en defensa, se encuentra entre los más ásperos en años durante un encuentro diplomático, lo que podría ser un revés para los esfuerzos por recuperar los lazos. Se trató de la primera gran conferencia desde el aumento en las tensiones en el mar de la China Meridional, una de las disputas más imposibles de abordar de Asia y un posible punto de conflicto.

Un día antes y en el mismo foro, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, también criticó indirectamente a China, asegurando que nadie debería imponer exigencias territoriales con violencia.

Wang respondió hoy a las críticas de Washington y Tokio visiblemente irritado. Apartándose del borrador de su discurso oficial, acusó a ambos países de haberse puesto de acuerdo para atacar a China y de haber roto la costumbre de realizar discursos amables durante la conferencia. "Fue una provocación y es inaceptable", afirmó el vicejefe del Estado Mayor chino.

"Cuando el señor Abe habló hace poco, había una crítica velada contra China", dijo Wang al ministro de Defensa japonés, Itsunori Onodera, según la agencia semi-oficial de noticias China News Service. "Estas acusaciones son erradas y van contra el estándar de relaciones internacionales", sostuvo.

"Si se escuchan los discursos de Abe y Hagel cabe preguntarse: ¿quién provoca y quién causa problemas?", dijo además Wang. "China jamás provocó disputas, como máximo reacciona a provocaciones", dijo el representante chino.

Wang rechazó una oportunidad de conversar con Japón y dijo que "eso cambiará si el lado japonés tiene disposición a enmendar su política errónea hacia China y mejorar las relaciones entre China y Japón". Posteriormente, el vicejefe del Estado Mayor chino acusó a Estados Unidos de hegemonismo, amenazas e intimidación.

El origen de las críticas de Estados Unidos y Japón son las pretensiones territoriales de Pekín en el Mar de China Meridional. El gobierno chino reclama islas situadas frente a las costas de países vecinos y mantiene a distancia con su poderosa Marina a países como Vietnam o Filipinas.

Estos dos países protestan desde hace meses contra la entrada de China en las que consideran sus aguas costeras. Además, China instaló en mayo en las disputadas islas Paracelso una plataforma petrolera, lo que desencadenó graves disturbos antichinos en Vietnam, con ataques de manifestantes contra fábricas y centros industriales.

Pese a las severas palabras, los analistas no creen que las relaciones se hayan deteriorado hasta el punto del congelamiento.

"En el pasado había una sensación de que nos estábamos dirigiendo hacia la estabilidad", dijo Kishore Mahbubani, decano de la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Singapur.

"Ahora la gente se preocupa. En general las cosas van en la dirección correcta. Nadie piensa que habrá una guerra, pero existe un nivel de incomodidad que es nuevo", comentó.