China simplificó las normas que regulan la compraventa de divisas por parte de los bancos, en una medida dirigida a reducir la burocracia y dar más margen a las entidades financieras en el manejo de sus riesgos.
Los bancos tendrán más autonomía en las transacciones cambiarias con compañías e individuos y el umbral para que los bancos entren al mercado cambiario será reducido, al tiempo que se simplificarán los procedimientos de aprobación, de acuerdo con el banco central.
La medida está pensada para "perfeccionar el sistema de supervisión sobre las compras y ventas de divisas de los bancos y salvaguardar la estabilidad de las operaciones del mercado cambiario", dijo la institución.
China tiene la mayor cantidad de reservas internacionales del mundo, que tocaron un récord de US$3,95 billones a fin de marzo.
Las empresas venden dólares a los bancos, que a su vez los ofrecen en su mayoría al banco central en el mercado interbancario.