La última prueba nuclear de Corea del Norte tuvo lugar en un momento especialmente sensible para China, su principal socio. El ensayo con una bomba de hidrógeno se produjo el mismo día en que se inauguró la IX Cumbre Brics que se celebra hasta este martes en la ciudad sureña de Xiamen.
Las relaciones entre ambas naciones ya se habían deteriorado la semana pasada luego de que Pyongyang lanzara un misil que atravesó el espacio aéreo japonés, lo que llevó a Beijing a suspender las importaciones de hierro, minerales y mariscos.
Si bien la crisis en la Península Coreana ha copado la agenda de canales de televisión como CNN y la BBC, los medios chinos casi no han hecho mención a la situación de su vecino y se han enfocado en el evento de las potencias emergentes. La Tercera se encuentra en China invitada por la Direcon en el marco de la ChileWeek.
En la edición de este lunes del periódico China Daily, la portada estuvo dedicada a la primera jornada de la Cumbre, mientras que en la parte inferior del diario se incluyó una nota sobre la reunión que sostuvo el domingo el Presidente Xi Jinping con su par ruso, Vladimir Putin, en la que acordaron seguir comprometidos con la meta de desnuclearizar la Península Coreana y mantener una comunicación y coordinación más estrecha.
En la sección orientada a China, se destacó que el gobierno condenó el ensayo, mientras que en su editorial el periódico se preguntó qué viene después de la prueba nuclear: "Dada la disposición de Pyongyang de poner en uso cada una de sus capacidades recientemente adquiridas en contra de los percibidos enemigos, esta es una movida particularmente peligrosa en su táctica de usar pruebas nucleares y balísticas para llamar la atención hacia sus demandas".
A su vez, el Global Times advirtió que la prueba atómica norcoreana "eleva el riesgo de que la situación se salga de control debido a los posibles errores de cálculo de todos las partes". Este medio añadió que Beijing debe dejarle claro a Kim Jong Un que sus pruebas no deben contaminar con material radioactivo a las provincias chinas del noreste.
A pesar de la mayor tensión, el diario afirmó que el Partido Comunista no debería imponer un embargo total sobre su aliado. "Si China corta completamente el suministro de petróleo a Corea del Norte o incluso cierra la frontera China-Corea del Norte, es incierto si es que podemos disuadir a Pyongyang de conducir nuevas pruebas nucleares y lanzamientos de misiles", sostuvo.
En la ONU, China insistió en un diálogo con Corea del Norte. Tanto Beijing como Moscú, según The Associated Press, proponen un plan con dos estrategias: que Kim Jong Un suspenda su programa nuclear y de misiles, y que Estados Unidos y Corea del Sur suspendan sus ejercicios militares conjuntos.
A nivel ciudadano, la situación en Corea del Norte no es un asunto que preocupe a la mayoría de los chinos, con la excepción de las comunidades que viven cerca de la frontera con el régimen totalitario.
Un residente de Shanghai que estaba en Guangzhou por trabajo contó que Corea del Norte "es un espejo de lo que era China hace 40 años" y por eso mismo prefieren no hablar del tema.