Cinco compañías estadounidenses han recibido US$1.560 millones en garantías a través de un programa avalado por Obama, sólo una fracción de los US$34.400 millones que han ofrecido los prestamistas chinos.

La apuesta del gobierno de Obama a la tecnología solar de Solyndra Inc. por US$535 millones fracasó ante la inversión mucho mayor de China en energía renovable.

Solyndra suspendió sus operaciones y dijo que planea declararse en quiebra luego de aprovechar una garantía de préstamo del Departamento de Energía destinada a fomentar el desarrollo de la energía alternativa.

Cinco compañías estadounidenses han recibido US$1.560 millones en garantías a través de un programa avalado por el presidente Barack Obama, que visitó la planta de Solyndra en mayo de 2010.

El respaldo estadounidense es sólo una fracción de los US$34.400 millones que han ofrecido los prestamistas chinos liderados por el estatal Banco de Desarrollo de China a los fabricantes de paneles solares como Suntech Power Holdings Co., según los datos que reunió Bloomberg New Energy Finance.

El gasto de China y sus políticas, que exigen el uso de energía solar, plantean un duro desafío a las iniciativas de Obama, según Richard Caperton, analista de política energética del Centro para el Progreso Americano.

"Es difícil, pero no es inevitable que perdamos ante China", señaló Caperton, perteneciente al centro con sede en Washington que asesora a los demócratas, en una entrevista con Bloomberg Government. "China hace mucho por la energía solar y todas las energías renovables. Tenemos que igualar eso."

Los legisladores republicanos dicen que Obama está gastando demasiado al apostar a compañías favorecidas.

"Solyndra es sólo la última víctima del fallido estímulo de la administración Obama", declararon los representantes republicanos Fred Upton de Michigan y Cliff Stearns de Florida en un comunicado del 31 de agosto, cuando Solyndra anunció sus planes de solicitar protección de bancarrota según el Capítulo 11 en Delaware.

Solyndra, una empresa de pocos accionistas, está evaluando opciones que incluyen la de una venta o el otorgamiento de licencias de su tecnología, según David Miller, portavoz de la compañía con sede en Fremont, California.