China está ultimando los preparativos para el lanzamiento de su sexta misión tripulada al espacio, a bordo de la nave Shenzhou-11, el próximo lunes 17 de octubre, informaron hoy fuentes del Gobierno.

El despegue de la misión está programado para entre las 05.30 y las 08.00 hora local del lunes (16.30 y 19.30 del domingo en Chile) desde la base de lanzamientos de Jiuquan (norte de China), en el desierto de Gobi, aunque dependerá de las condiciones meteorológicas.

Los preparativos para la partida de la Shenzhou-11 están rodeados de secretismo y las autoridades chinas no han revelado todavía quiénes son los dos astronautas que viajarán en ella.

Se espera que la identidad de los tripulantes de esta misión espacial sea anunciada este domingo, a menos de 24 horas de su partida, dijeron fuentes oficiales a un grupo de medios invitado a cubrir el lanzamiento desde Jiuquan.

El cohete Larga Marcha-2F, que propulsará el despegue de la nave espacial, ya fue transportado el pasado lunes desde el hangar donde fue ensamblado al sitio del lanzamiento.

Más de tres años después de la última misión tripulada china, la Shenzhou-10, que despegó en junio de 2013, una nueva nave partirá con el objetivo explícito de acoplarse al laboratorio espacial Tiangong-2, lanzado el pasado 15 de septiembre.

El encaje entre la Shenzhou-11 y el laboratorio está previsto para dos días después del lanzamiento de la nave, cuando ambos se encuentren en órbitas compatibles.

Las dos misiones tripuladas previas de China contaron con tres astronautas cada una, pero en esta ocasión se prefirió reducir el equipo para alargar su estancia en el espacio hasta los 30 días, el doble que sus antecesores.

Así, la Shenzhou-11 se convertirá en la misión tripulada china más duradera, con vistas a realizar pruebas con los sistemas de soporte vital para la puesta a punto de la futura estación espacial permanente que el gigante asiático espera poner en órbita hacia 2022.

Durante los 30 días que permanezcan en el Tiangong-2, los astronautas también llevarán a cabo varios experimentos científicos, algunos de ellos en colaboración con instituciones extranjeras.

El lanzamiento de la Shenzhou-11 es uno de los principales hitos en un año 2016 en el que el programa espacial chino ha culminado varios proyectos en los que llevaba años trabajando, como la puesta en funcionamiento del mayor radiotelescopio del mundo, el llamado FAST, que superó al observatorio de Arecibo (Puerto Rico).

Además, el gigante asiático puso en órbita este año el primer "satélite cuántico" -que utiliza la física cuántica para encriptar mensajes- y estrenó un nuevo cohete, el Larga Marcha-7, destinado a ser el vehículo de transporte de los módulos de su estación espacial.