Chipre planea levantar una prohibición sobre la apertura de casinos y ofrecer a las compañías exoneraciones de impuestos sobre ganancias reinvertidas en la isla bajo un paquete de reformas para impulsar la golpeada economía, dijo el lunes su presidente.
Los socios de Chipre en la zona euro acordaron un rescate de 10.000 millones de euros el lunes pasado tras semanas de tensas negociaciones, pero sus duros términos podrían profundizar la recesión que enfrenta la isla, disminuir el sector bancario y costar miles de puestos de trabajo.
El presidente Nicos Anastasiades, quien informó a sus ministros sobre la economía durante una reunión informal, dijo que el plan de crecimiento de 12 puntos ingresaría al gabinete para su aprobación dentro de los próximos 15 días.
El programa incluye medidas para atraer las inversiones extranjeras a la isla -un centro de finanzas offshore- así como exoneraciones impositivas a ganancias reinvertidas en el país y la flexibilización de plazos de pago y tasas de interés en préstamos.
Con unos 68.000 millones de euros en sus bancos, Chipre tiene un enorme sistema financiero atractivo para depósitos desde el exterior, especialmente de Rusia.
En un intento por atraer más turistas al sur de la isla, también espera poner fin a una prohibición sobre casinos, que hasta el momento sólo operan legalmente en el norte de Chipre, controlado por Turquía.
Hablando a periodistas luego de un servicio para conmemorar la campaña armada de 1955 contra la administración británica, Anastasiades dijo que el Gobierno se centrará en "crecimiento e incentivos para el crecimiento".
El rescate de Chipre es el primero en imponer grandes pérdidas a los depositantes, y se espera que la actividad empresarial sea una de las más afectadas.
Los grandes depositantes en la mayor institución bancaria de Chipre, el Banco de Chipre, perderán un 60 por ciento de sus ahorros por sobre los 100.000 euros.
Los bancos reabrieron el jueves tras casi dos semanas cerrados para evitar una corrida, pero los efectos de la suspensión de actividades posiblemente afecte a los negocios de la isla por un largo tiempo.
Anastadiades ha defendido al rescate como doloroso pero clave, diciendo que sin ese plan Chipre habría enfrentado un colapso bancario y corría el riesgo de ser el primer país en salir de la zona euro.