Las autoridades chipriotas preparaban este miércoles la reapertura de los bancos, prevista para mañana jueves, tras doce días de cierre, bajo temores de una fuga masiva de capitales tras el rescate acordado a la isla por sus socios de la Eurozona.

Los bancos de la isla mediterránea, cerrados desde el 16 de marzo, debían inicialmente reabrir el martes pero el Banco Central del país decidió esperar al jueves para implementar medidas que eviten que los chipriotas vacíen sus cuentas.

Entretanto, los clientes de los dos principales bancos del país, Bank of  Cyprus y el Popular (Laiki) Bank no pueden sacar más de 100 euros.

Estos dos bancos están incluidos en el plan de rescate negociado entre las  autoridades chipriotas y los acreedores de la troika (UE, BCE y FMI). La Laiki  Bank desaparecerá y las cuentas del Bank of Cyprus que superen los 100.000  euros sufrirán una imposición del 40%.

Para los demás bancos "cada día en que el sistema bancario está cerrado, la  confianza de las personas disminuye y quieren retirar su dinero, así que  estamos obligados a imponer esas restricciones" a los movimientos de capital,  explicó el presidente del Banco central, Panicos Demetriades, aunque precisó  que no serán demasiado severas.

El martes se produjeron manifestaciones de empleados de estos dos bancos,  así como de estudiantes, pero la tranquilidad se mantiene en la isla, aunque su  economía esté paralizada,

El director ejecutivo del Bank of Cyprus, Yiannis Kypri, fue destituido por  el gobernador del Banco Central a petición de la troika, anunció este miércoles  la agencia de prensa CNA.

Por su lado, el presidente conservador de Chipre, Nicos Anastasiadis, que  reemplazó hace menos de un mes al comunista Demetris Christofias, dijo estar  dipuesto a implementar una comisión encargada de determinar las  responsabilidades en el desastre que azota al sistema bancario y a la economía  chipriotas.

Varias empresas chipriotas tienen dificultades en funcionar normalmente, y  muchas de ellas podrían verse "abocadas a la quiebra" según la Cámara de  comercio chipriota.

Las medidas adoptadas para impedir la fuga de capitales pueden también  afectar a las cuentas que poseen en Chipre los extranjeros, en particular los  rusos. Los haberes rusos en Chipre superan los 20.000 millones de euros, según  estimaciones de Moody's, y se verán seriamente amputados por las medidas del  plan de rescate.

"El dinero se va a ir, pero la gente no" asegura Slava Mishin, un ruso de  42 años que trabaja en los servicios financieros en Limassol. "Somos muchos,  como mi familia y yo, que esperamos a ver qué ocurre", añade.

En Grecia, país que como Rusia mantiene estrechas relaciones económicas con  Chipre, las sucursales  de los bancos chipriotas Bank of Cyprus, Cyprus Popular  Bank (Laiki) y Hellenic Bank abrieron este miércoles, después de haber pasado  el martes bajo el control del Banco del Pireo.

Clientes preocupados por sus depósitos comenzaron a hacer cola frente a las  sucursales antes de la reapertura, unos cuarenta frente a la sede del Bank of  Cyprus en el centro de Atenas y unas quince frente a una agencia del barrio de  Aghia Paraskevi, en el norte de la capital, constataron periodistas de la AFP.

"La decisión europea afecta a la confianza en los mercados y en los  depósitos", opinó Alexandros Dibas, un cliente del Bank of Cyprus en el centro  de Atenas.

"La gente está preocupada pero intentamos tranquilizarlos", dijo un  empleado del banco.

En este contexto, la bolsa de Atenas se hundía el miércoles a media sesión,  con una pérdida de 6,83%. Los temores suscitados por la situación en Chipre ya  hicieron caer el martes el principal índice de la plaza de Atenas  en 4,9%.  Grecia teme que la situación en Chipre pueda tener graves consecuencias para su  economía.

Los mercados financieros mundiales también seguían con preocupación la  situación en Chipre, y el euro bajó brevemente este miércoles por debajo de  US$1,28 por primera vez desde hace cuatro meses.