A un lustro de su debut en Copa Davis, donde se convirtió en el chileno más joven en estrenarse, Christian Garin, a sus 20 años, es uno de los más experimentados del equipo. Eso sí, durante este período, ha tenido altibajos. Sin embargo, a partir de la segunda mitad de 2016, el Tanque encontró el camino, de la mano de Toni Nadal y Tomeu Salva. Ganó el Challenger de Lima y en Montevideo consiguió el mejor triunfo de su carrera, al derrotar al español Nicolás Almagro, ex top ten y 44 del mundo en ese momento.
Hoy, con mayor madurez que en esas primeras épocas, tendrá la misión de cerrar la jornada frente al colombiano Eduardo Struvay, tras el Jarry-Giraldo que abre la serie. "Tenía ganas de que fuera así. En República Dominicana, Nico ganó el primer punto y me dio mucha confianza para entrar. Era lo que buscábamos, porque Nico viene jugando bien y creo que se puede ganar".
Durante esta semana en Medellín, se ha visto contento y no duda en reconocer que las condiciones le han provocado una grata sorpresa. Por eso mismo, se muestra optimista con el futuro de la serie. Además, dejó atrás sus problemas en la espalda que lo tuvieron algo maltrecho durante marzo. "Había tenido molestias, pero aquí me he sentido bastante bien y ya estoy recuperado", afirma.
¿Cómo se ha sentido en estos días en Medellín?
Hay sensaciones distintas. Llegué un poco desentendido. No sabía si las pelotas eran normales o pinchadas y, al ser pinchadas, creo que me favoreció mucho. Estoy jugando muy bien. Y si bien ellos son locales y tienen todas las condiciones a favor, igualmente creemos que vamos a ganar. En ningún momento dudamos de eso y ojalá que se dé todo a nuestro favor.
En otras series ha tenido problemas con sus nervios. ¿Cree que jugando de visita se ve más favorecido en ese aspecto?
Sí. Creo que jugando de visita no tenemos las condiciones a nuestro favor, pero es distinto. Me da más ganas de ganar teniendo al público en contra, viendo las posibilidades que tenemos, sabiendo que estamos en el mismo ranking con Nico (192 y 193, respectivamente) y que tenemos un gran futuro. Eso me motiva. Y también nos motiva saber que éstas son las series de las que nos vamos a acordar en un tiempo más, porque nuestro objetivo claramente es jugar el Grupo Mundial.
¿Qué piensa de su rival?
Lo he visto, aunque no mucho. Sé más o menos cómo juega. Es un jugador muy agresivo, que siempre va a la red. Debuta mañana jugando un punto oficial y yo tengo varias Copa Davis encima, y eso puede que sea un punto a favor para nosotros.
En ese contexto, usted lleva varios años en la Davis y ha tenido que enfrentarse a distintas situaciones, a diferencia de su rival.
He tenido buenas y malas experiencias, como en todo. De lo malo se aprende, y yo estoy muy motivado de representar a mi país. Es un orgullo que con 20 años tenga 11 series de Copa Davis, lo que me hace sentir muy bien.
¿Cómo ha sido trabajar en estos días con Marcelo Ríos y Nicolás Massú?
Ha sido muy bueno. El Chino, al venir aquí, muestra todo el compromiso que tiene con el equipo. El Nico, ni qué decir; está muy comprometido con nosotros. Siempre lo demuestra en los entrenamientos y en todo sentido.
Le preguntaba por su relación con Ríos, porque ustedes tuvieron una discrepancia después de que usted no jugara frente a Colombia en Iquique…
Yo nunca tuve nada con él, solamente que a él no le gustó que no haya ido a una Copa Davis, pero fue por razones personales y ya se habló. Además, yo siento un gran afecto por el Chino.
Tras la Davis, ¿mantendrá su decisión de alternar challengers con clasificaciones de torneos ATP?
Sí, voy a mezclar challengers con ATP. Ahora voy a jugar dos challengers en Estados Unidos y después empieza el verano europeo, donde están todos los torneos y ahí seguramente tendré más oportunidades.