La mayoría de los juveniles que compiten en el Abierto de Estados Unidos alternan sobresalientes rendimientos con lagunas de varios juegos. Esa inestabilidad emocional es algo común en los adolescentes. Sin embargo, lo de Christian Garin ha sido diferente. 

Pese a caer ayer en semifinales ante el australiano Thanasi Kokkinakis 4-6, 6-3 y 6-4, demuestra  actitud, supera las adversidades, y está por encima de una victoria o una derrota.

"Hubo un cambio de actitud en mí que fue bien grande. No venía jugando bien. Aquí no he jugado al tenis de la mejor forma. Pero sí competí muy bien. Con esta actitud puedo ganar jugando mal, y esa es una gran enseñanza", dice el chileno a La Tercera, haciendo un balance global del torneo.

Su camino en Nueva York fue de menos a más, intentando crecer en cada partido, siempre con las cosas claras en su cabeza: con 17 años, su madurez parece la de un veterano del circuito. Cada decisión que toma es a conciencia, para su desarrollo diario como tenista profesional que pretende ser. Por eso, pese a la desazón de no poder quedarse con el título en su último torneo junior, Garin sigue demostrando que su proceso evolutivo no se detiene.

- ¿Siente que puede trasladar toda la experiencia de este año para seguir subiendo en el ranking ATP?

Es la idea. Acá hay más presión, porque son todos de mi edad. En Challenger no me ha pasado lo de hoy (ayer), que me apuro o que no puedo jugar al máximo. Por suerte con profesionales he jugado a mi mejor nivel, y eso me pone contento. Este año quise competir con gente mejor que yo y también los Grand Slams Juniors. Me quedo conforme con mi temporada.

-¿Tiene algún objetivo para lo que queda de la temporada?

Voy semana a semana. Mi meta este año era terminar entre los 500 primeros en ATP y ganar un Grand Slam junior. Estoy contento de haber podido cumplir ese objetivo, pero no me relajo. Tengo que seguir jugando, y aprendiendo, y cuantas más cosas me lleve de cada partido, mejor va a ser para mi carrera.

Hay muchas expectativas en su proyección, pero usted parece no sentir esa presión…

Trato de no leer nada, de restarle importancia y disfrutar el tenis. Yo arranqué jugando al tenis y así llegué a que digan que soy una promesa, así que seguiré de la misma forma. Es lo que mis papás siempre me han dicho, que juegue al tenis porque lo disfruto. La diferencia en estos torneos, y entre los juveniles, muchas veces pasa por el orden, dentro y fuera de la cancha.

-¿Ha mejorado también en ese sentido?

Con mi equipo de trabajo sabemos que si hago las cosas bien afuera y adentro, sin dudas que voy a andar mucho mejor y sacar mi mejor nivel. Ser profesional en todas las cosas me va a ayudar a jugar mejor. Siempre he tratado de pensar así. No me conformo y quiero seguir aprendiendo. Eso es lo que va a ser la diferencia a futuro.

En lo tenístico, sus entrenadores han hecho hincapié, desde las indicaciones, en la construcción de los puntos y la paciencia…

Cada torneo voy aprendiendo algo, y definiendo mi forma de sentir el tenis. Aquí he ido adquiriendo confianza en cada partido y por eso busco trabajar los puntos, jugar con muchos primeros saques. A partir de allí, voy jugando más agresivo, arriesgando más en las devoluciones y variando las tácticas de juego. Siempre intenso, que es una de mis características.

La camada '95, '96 y '97 tiene, además de usted, varios jugadores de nivel como Kyrgios, Kokkinakis, Coric, Quinzi ¿Ayuda eso a que haya una competencia sana entre ustedes?

Todos son buenísimos, de gran nivel. Eso me gusta. Los partidos que he perdido este año quizás fue por falta de experiencia. Por tenis, en 2013, perdí muy pocos partidos. Se nota cuando juego con buenos jugadores. Eso me ayuda a darme cuenta lo que me falta y mis errores, para seguir mejorando.

Para el tenis, la vara física se ha puesto bien alta para competir profesionalmente.

-¿Lo siente así?

Sí, claro. En este último tiempo ha sido en lo que más trabajé. Me trato de cuidar, porque el físico es lo que me va a dar de comer y de lo que va a depender mi carrera. Me ayuda muchísimo prepararme para la competencia, y he aprendido a jugar de la misma forma todo el partido. Me canso, pero trato de no demostrarlo.

-¿Cómo fue hacer el calentamiento con Nadal antes de los cuartos de final ante Robredo?

Increíble. Ya había entrenado con él, pero no deja de sorprender Ojalá algún día yo le pueda pegar así de fuerte y con ese efecto.

-El lunes parte a República Dominicana a jugar la Copa Davis, ¿Siente que llega bien?

No tengo claro si voy a tener la posibilidad de jugar, y las condiciones van a ser distintas a las de aquí. Estoy cansado y me duele el isquiotibial, pero tengo tiempo para recuperarme y estar de la mejor forma para los partidos.

El tenista se mostró conforme con su última temporada en juveniles, a pesar de la derrota de ayer en semifinales del Abierto de Estados Unidos.

Se integrará al equipo de Copa Davis, que se medirá con República Dominicana, con una pequeña lesión en los isquiotibiales.