A pesar de las controversias observadas en algunos casos de calificación de servicios mínimos, incluyendo por ejemplo el retraso en el caso de Gasco GLP que aplazó el inicio de la negociación colectiva o las apelaciones a la justicia de los Bancos de Chile y Ripley, el director nacional del Trabajo hace un positivo balance de este nuevo proceso, introducido tras la reforma laboral. En este sentido, enfatiza que si bien ha habido pocos casos de judicialización, no le teme a aquello, toda vez que estamos en un Estado de Derecho.
¿Qué balance hace de la calificación de servicios mínimos durante estos meses?
Con ya más de seis meses cumplidos desde la entrada en vigencia de la reforma, aunque los servicios mínimos (SSMM) entraron en vigencia un poco antes, el balance es bastante positivo, en términos de que poco más del 18% de las empresas que eventualmente estaban en condiciones de hacer los requerimientos de servicios mínimos, lo hicieron. Asimismo, hemos tenido un porcentaje incluso mayor del que nosotros esperábamos de acuerdos directos entre las partes, cerca del 38% del total de calificaciones. En un principio creíamos que iba haber un mayor nivel de conflictividad en esto, pero esto demuestra que casi el 40% de las partes se han puesto de acuerdo. Obviamente, hay temas que han sido más complejos que otros, pero en general estamos en un nivel bastante satisfactorio en cuanto a la evaluación.
De 2.177 empresas sólo 410 firmas han pedido calificación ¿por qué el resto no lo ha hecho?
Esto se explica porque naturalmente la institución de los SSMM es una limitación al derecho a huelga y, por lo tanto, se aplica restrictivamente. Hay una evaluación de muchas firmas que entienden que no entran en la figura. Un 18% de empresas que han pedido definición de SSMM es un número bastante razonable, que obedece a la institución de excepcionalidad restrictiva que son los SSMM.
¿En qué sectores ha sido más compleja la calificación?
Sin duda que el sector bancario ha sido más mediático. Es un sector complejo dada la magnitud de las instituciones bancarias y de los procesos que están dentro y, por lo tanto, obviamente la calificación de SSMM ha sido un proceso complejo. No obstante, ya vamos estableciendo ciertos estándares y eso va asentando lógicas de trabajo con las grandes instituciones bancarias que hemos ya calificado. En tanto, también los procesos más complejos son todos los que tienen que ver con los sectores sanitarios, los hospitales y clínicas, y la industria minera.
¿Qué le parece que la Justicia se declare incompetente?
Dijimos que más allá de estos anuncios grandilocuentes de que iba a haber un alto proceso de judicialización, los números indican que han sido pocos casos. Un número bastante bajo de judicialización de SSMM. Otra cosa tiene que ver con cómo han reaccionado los tribunales frente a esos casos de judicialización. Pero acá no hay que tenerle miedo a la judicialización, somos parte de un Estado de Derecho. Los tribunales han estimado que, dada la redacción legal, son incompetentes y a nosotros no nos queda más que acatar.
Sin embargo, algunos abogados plantean que en el Código del Trabajo existen artículos que sí le dan la facultad a la Justicia para pronunciarse sobre estos temas...
En este punto a la DT, y a mí como director, lo que me corresponde es simplemente acatar los fallos judiciales. Si son competentes o no es una materia que le compete exclusivamente discernir a los Tribunales de Justicia.
¿Cómo ayuda el proyecto de ley que moderniza la DT respecto a la carga adicional que ha implicado la calificación de SSMM?
La calificación de SSMM ha sido la mayor carga de trabajo en término de lo que la DT ha venido haciendo históricamente, porque es una institución nueva. No obstante, nos preparamos con mucho tiempo, hicimos readecuaciones, aumentamos las dotaciones destinadas a este tema, creamos una unidad centralizada de coordinación de SSMM. Tuvimos un peak en el período transitorio porque los casos eran más cortos y se juntaron varios procesos, pero ya estamos en régimen y por tanto la carga de trabajo ya está mucho más controlada.
¿Fue muy fuerte la sobrecarga?
Hubo un peak de sobrecarga, eso es algo que sabíamos y nos preparamos de la mejor forma posible. Tuvimos una sobrecarga, pero nos preparamos con tiempo con el fin de afrontar esa mayor carga.