Las bautizó como "las últimas selknam" y de ellas recogió los apuntes más recientes sobre el pueblo de indígenas  que vivió  en la Isla Grande de Tierra del Fuego, y que fueron extintos, poco a poco desde fines del siglo XIX, por el avasallador avance de la colonización. En 1965, la etnóloga norteamericana Anne Chapman logró internarse en una reserva indígena cerca del Lago Fagnano donde conoció a Lola Kiepja, una anciana que había vivido a la usanza de los selknam y conservaba sus tradiciones, pero que moriría un año después; y Angela Loij, la última selknam de sangre pura, que se convertiría en la llave para que Chapman descubriera las costumbres del pueblo, incluido el Hain, un rito de iniciación masculino que era uno de los grandes secretos de la tribu.
Chapman no era la primera extranjera en interesarse en los selknam. En 1918, el sacerdote y etnólogo alemán Martín Gusinde llegó a los mismos territorios para fotografiar e investigar la vida de los pueblos selknam, yagán y kawésqar. Con los primeros trabó un amistad que le posibilitó ser testigo de una ceremonia Hain, además de retratar a los habitantes, entre ellos a una joven Angela Loij, la misma que décadas después serviría de informante para la investigación de Chapman.
Las fotos de Angela Loij y de otros fueguinos se pueden ver desde hoy en el Museo de Bellas Artes, en la exposición Los espíritus de la Patagonia Austral, que reúne por primera vez en Chile, 150 imágenes tomadas por Gusinde entre 1918 y 1924, provenientes del Antropos Institut de Alemania. La muestra está curada por el editor español Xavier Barral y la directora de la colección fotográfica del Museo Quai Branly en París, Christine Barthe, quien hace justo 10 años quedó prendada a las imágenes de Gusinde y sobre todo a la historia de Angela Loij.
"En 1995 hice mi primer libro sobre Tierra del Fuego junto a Anne Chapman y por ella conocí la historia de Angela Loij. Varios años después descubrí el archivo de Gusinde y que Angela Loij había sido una de sus retratadas. Fue increíble poder armar todo ese puzzle", cuenta la curadora, quien ayer inauguró la muestra en el Museo de Bellas Artes, gracias a a gestión de los curadores chilenos Verónica Besnier y Luis Weinstein, además del apoyo de la Embajada de Francia, el Instituto de Cultura Francés y el Goethe Institut.

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Choza de los selknam, 1923. Foto: Martín Gusinde

Choza de los selknam, 1923. Foto: Martín Gusinde[/caption]

En 2012, Barthe realizó en el Quai Branly la muestra Patagonia, imágenes desde el otro lado del mundo, que incluyó además de ilustraciones, fotos de Martin Gusinde. Ese fue el principio de su vínculo con el trabajo del sacerdote alemán. "Gracias a esa muestra conocí al editor Xavier Barral y nos embarcamos en hacer un libro sobre Gusinde con el archivo del Antopos Institut, luego vino la exposición, que de alguna forma es la continuación de la que hice en 2012. Quisimos ser muy fieles con la experiencia de Gusinde, por eso mostramos muchas más imágenes de los selknam, con quien entabló una amistad más profunda; y menos de los yaganes y kawésqar. Además queríamos mostrar la ceremonia Hain en una calidad fotográfica que nunca se hubiese visto antes.

¿Qué es lo más interesa de las imágenes de Gusinde?

Su visión y trabajo es único. Le dio mucha importancia a los retratos por la relación que estableció con el pueblo y porque le interesaba establecer un árbol genealógico. Para él era muy importante rescatar, dejar un registro de esta cultura en agonía, pero ese trabajo antropológico tampoco se puede disociar de la parte estética, son la misma cosa. Debido al contexto de la época el debido armar una puesta en escena, los hizo posar para fotografiarlos, pero que no quiere decir que sus imágenes sean artificiales, todo lo que se muestra ocurrió y Gusinde participó de todo aquello. No son fotografías robadas, él se involucró con los retratados y ellos accedieron a que los fotografiaran, había un acuerdo mutuo. Hay mucha honestidad en cada una de sus imágenes.

¿Cuál es el fuerte de la colección del Museo Quai Branly y de qué trata su próximo proyecto?

Nuestra colección tiene imágenes muy antiguas, del mundo entero y sobre todo de América  Latina,  también de Africa. Tenemos un archivo de 710 mil imágenes y es una de las colecciones más importantes del siglo XIX. Las primeras fotos de indios tomadas en Brasil, Africa están aquí y ahora tenemos una gran colección de Tierra del Fuego, que yo he seguido agradando con la adquisición de más fotografías. También nos interesa el área de Asia Pacífico. Ahora mismo trabajo en una gran exposición sobre el comienzo de la fotografía en Europa y cómo ésta se difundió hacia el resto del mundo, entre ellos América del Sur, y Chile.