El balance entre los criterios económicos y artísticos. Así definen en Chilevisión su receta para lograr lo que muchos calificaban como utopía dentro de la industria local: lograr sacar ganancias de la organización del Festival de Viña. La televisora privada consiguió hacerlo en sus dos primeros años y este 2013 volvieron a repetirlo. Así, al igual que el año pasado, la señal tendrá unos US$ 3 millones de ganancias, gracias a los US$ 14 millones de recaudación que cifrarán para los US$ 11 millones de gastos aproximados. En 2011, la cifra de ganancias fue de US$ 2 millones.

Canal 13 organizó el certamen en los 11 años anteriores -siete en solitario y cuatro en su alianza con TVN- según una fuente cercana la licitación, la televisora registró pérdidas de entre 600 y 700 millones de pesos anuales entre 2007 y 2010. Mientras que los años anteriores se dividieron entre primeros años de pérdidas de unos $ 800 millones seguidos, desde 2003, por utilidades de unos $ 150 millones. Para la licitación que le permitió quedarse con el evento entre 2007 y 2010, la ahora señal de Andrónico Luksic pagó en total $ 21 mil millones para organizarlo junto a TVN. La cifra de Chilevisión, por su parte, llegó a $ 28 mil millones por un tramo similar hasta 2014.

"En esta lógica, uno tiene que tener criterios artísticos, pero también criterios económicos y planificar, te ayuda a solucionar una cantidad de cosas y darle metodología al trabajo de la televisión", describe Pablo Morales, director general del certamen, sobre su estrategia, añadiendo que "a veces los artistas de la televisión se olvidan de eso. Uno tiende a entusiasmarse por traer más artistas o por hacer cosas que no necesariamente puede hacer. Lo que nosotros hacemos es confeccionar un presupuesto, saber cuánto podemos gastar, cuánto vamos a recaudar, comprometer a nuestras áreas comerciales. Eso nos da un resultado económico de lo que podemos gastar en la parrilla musical. Y lo que hemos hecho es poner un presupuesto y cumplirlo".

Así, este año, el Festival cuenta con 10 auspiciadores, igual que el año pasado. Y cada uno desembolsa $ 308 millones, ocho millones de pesos más que el año pasado y también un poco más de lo que Canal 13 cobró por el mismo servicio en su último certamen. La llamada pauta libre, es decir, los 30 segundos de publicidad que todos pueden comprar, se mantuvieron en $ 7 millones. Mientras que Fiebre de Viña y sus 11 auspiciadores aportaron $ 26,6 millones cada uno. Este fue el único ítem que bajó, ya que el año pasado, Primer plano Viña cobraba $ 30 millones por auspiciador.

En cuanto a la confección de la parrilla, una fuente ejecutiva de la televisora cuenta que, debido que al principio de la organización negociaron todos los valores fijos de producción por los cuatro años, cada vez han podido ir destinando un mayor porcentaje del presupuesto a los shows, con el resto manteniéndose fijo.

Mientras que sobre el valor que tiene el certamen, Morales opina: "Es el evento que convoca a toda la familia chilena, que cruza a un país. Todo el mundo habla en estos días del Festival. Y eso es muy valioso en un minuto en que está tan fragmentada la información", asegura el ejecutivo, y se explaya: "Es igual que la selección, algo que en el cine llaman blockbuster: los grandes convocadores de taquilla. Y los grandes convocadores en la TV chilena son el Festival de Viña, la selección chilena y la Teletón".