Este fin de semana, HBO transmitió el documental "Going Clear: Scientology and the Prison of Belief", basado en el libro de Lawrence Wright, el cual mostró irregularidades en la Cienciología, iglesia de la cual son parte reconocidos actores como John Travolta y Tom Cruise.
El documental dirigido por Alex Gibney, expuso lo secretos detrás de la misteriosa religión. La producción incluyó entrevistas con ex altos cargos y funcionarios de la iglesia que afirmaron la existencia de castigos y manipulación por parte de las celebridades. Por ejemplo el chantaje a funcionarios del servicio de recaudación fiscal para ser considerados como una religión y así no pagar impuestos. De esta manera, el culto logró recaudar activos por más de 3 mil millones de dólares.
Para Gibney, Cruise es responsable de reclutar nuevos seguidores ocultado el trasfondo de la religión, mientras que acusa a Travolta de no reconocer que ha chantajeado a miembros.
Durante las dos horas de documental, se revelaron secretos como la existencia de un campo de prisioneros que obligaba a los miembros que dudan de la religión a someterse a trabajos forzados hasta que cambien de opinión.
También se acusa a Travolta de chantajear a los miembros cuando fue su turno de confesarse. Los fieles de la Cienciología deben revelar sus secretos más íntimos como método para alcanzar la claridad mental y es obligación que la sesión sea filmada. Pero según el documental Travolta habría amenazado con dejar la religión si sus declaraciones eran grabadas.
Por su parte Tom Cruise es acusado de ordenar que interceptaran las llamadas de su entonces esposa, Nicole Kidman, cuando ella fue a rodar una película. Asimismo, el actor habría empleado a miembros de la iglesia como mano de obra barata, a quienes pagaba menos de un dólar por hora para que limpiaran su colección privada de motocicletas y su avión personal, de acuerdo a información entregada por Daily Mail.
La Cienciología tiene más de 4 millones de adeptos en el mundo. Sus fundamentos rechazan el valor de los medicamentos y de las terapias psicológicas, ya que presuponen que los tratamientos que involucran son más desastrosos que los propios problemas que intentan combatir.