"Expuestos: cómo los líderes mundiales fueron engañados para invertir miles de millones sobre datos manipulados de calentamiento global". Así tituló el Mail on Sunday -la edición de domingo del diario británico Daily Mail- un artículo en que John Bates, ex funcionario de la Administración Nacional Atmosférica y Oceánica (Noaa) de EE.UU., denuncia que los datos con que la agencia demostró que no existió un hiato en la temperatura del planeta (publicados en Science en 2015), no fueron verificados.
El hiato es una pausa en el calentamiento en la temperatura del planeta.
En entrevista al medio, Bates acusa a Thomas Karl, autor principal del estudio, de "insistir en decisiones y elecciones científicas que maximizaron el calentamiento y minimizaron documentación, en un esfuerzo por desacreditar la noción de una pausa en el calentamiento global… se aceleró para que él pudiera calcular bien el tiempo de la publicación e influir en las deliberaciones nacionales e internacionales sobre la política climática". Agrega que el documento se basó en una versión preliminar, con datos que nunca fueron aprobados o verificados.
Las respuestas a la acusación de Bates no se hicieron esperar. Gavin Schmidt, por ejemplo, climatólogo, director del Instituto Goddard para Estudios Espaciales de la Nasa, calificó la nota como "hilarante", y a través de Twitter, publicó datos de temperatura que muestran que ésta no bajó (por lo tanto, el hiato no existió), distinto al gráfico que utilizó el Daily Mail.
El origen
El debate en cuestión se produjo pues en 2013, el informe del Panel Intergubenamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) reconoció que el aumento en la temperatura del planeta se había ralentizado, sin embargo, el estudio posterior de la Noaa (que ha sido ratificado por otros grupos científicos independientes) demostró que existía un desajuste en los datos sobre las temperaturas superficiales y los corrigieron, con lo que concluyeron que la velocidad del aumento de la temperatura no bajó, sino que incluso se aceleró.
Uno que demostró suspicacia en ese momento fue el congresista republicano Lamar Smith, de Texas, presidente del comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara, quien citó a la administradora de la Noaa, Kathryn Sullivan, para determinar si habían manipulado los datos con fines políticos. Pero ésta se negó a ir, aunque sí lo hicieron científicos de la institución, incluido el autor principal del estudio de 2015.
Este domingo, tras la publicación, Smith y otros dos congresistas, publicaron un comunicado en el que agradecieron a Bates por "dar un paso adelante valientemente para decir la verdad sobre altos funcionarios de la Noaa".
Zeke Hausfather, analista científico del clima y sistemas de energía de Berkeley Earth, señaló que los datos utilizados en la nota del Daily Mail son engañosos y que los datos de Noaa son similares a los que ellos también han obtenido de forma independiente.