Los osos panda se caracterizan entre otras cosas por tener una dieta única de bambú, sin embargo, un estudio realizado por científicos chinos determinó que pese a ser herbívoros hace millones de años, su organismo no ha tenido una evolución acorde, manteniendo una flora bacteriana típica de animales carnívoros.
En el estudio publicado por la Sociedad Americana de Microbiología, se señala que los panda gigante, "a diferencia de otros herbívoros que han desarrollado con éxito sistemas digestivos anatómicamente especializados en deconstruir de manera eficiente materia vegetal fibrosa, aún conserva un tracto gastrointestinal típico de los carnívoros".
Los científicos chinos llegaron a estas conclusiones luego de analizar las muestras fecales de 45 animales en cautiverio, sumado a la secuencia del genoma logrado en 2009, donde se determinó que los panda gigante carecen de enzimas para vegetales.
Esto explicaría que el organismo de los panda sólo logre digerir el 17% del bambú que consumen, y el que tengan que pasar la mayoría del día comiendo hasta 12 kilos de dicha planta. Según los científicos, la falta de un estómago e intestino acorde con la dieta actual de este animal "puede influir negativamente en la evolución de este herbívoro".