Científicos estadounidenses afirman que modificaron genéticamente un tipo de maíz utilizando ADN sacado del estómago de una vaca para producir biocombustible.
Según indica el sitio BBC Mundo, la variedad de maíz que crearon los investigadores produce mayor cantidad de etanol que las ya existentes, y esperan introducir la especie en los próximos años.
Desde hace mucho tiempo en EE.UU. se está utilizado el maíz para producir combustible biológico, pero sólo son las semillas de la planta las que contienen los azúcares que posteriormente son fermentados para convertirlos en biocombustible con procedimientos químicos muy costosos.
Es por eso que un grupo de científicos de la Universidad de Michigan ha estado explorando la forma de utilizar todos los elementos de la planta para convertirlos en combustible sin necesidad de usar químicos.
La respuesta a este problema lo entregó el estómago de la vaca, que es uno de los animales especialista en convertir los vegetales en azúcares gracias al trabajo de una enzima especial ubicada en el estómago vacuno.
Los investigadores tomaron el código genético de la enzima y lo introdujeron en una célula de la planta de maíz.
El resultado es una máquina vegetal genéticamente modificada que produce azúcares para biocombustible en el tallo, las hojas y los granos.
Pero además, y según indica la investigadora Mariam Sticklen, la técnica puede ser aplicada en otro tipo de plantas y eso aumentaría dramáticamente la oferta mundial de combustibles biológicos.
"Es una gran tecnología pero el problema son los suministros. No tenemos suficientes cantidades de granos de maíz para producir el etanol que necesitamos, y cuando digo necesitamos no me refiero a EE.UU. sino a la demanda mundial", dice Sticklen.
"Por lo tanto lo que hemos logrado con el maíz podríamos hacerlo con otras plantas", comenta.
Sticklen asegura que la nueva variedad de maíz es segura y que la enzima se produce solo entre las hojas y el tallo de la planta, más no en los granos, raíces o el polen.
La investigadora espera que la nueva variedad empiece a producirse en los campos estadounidenses dentro de cinco años, tras las aprobaciones legales.