Cerca de 200 científicos de 21 países viajarán en octubre a Papúa Nueva Guinea, en Oceanía, en el marco del programa de expediciones naturalistas "La Planète Revisitée", promovido por diferentes organismos, entre ellos el Museo Nacional de Historia Natural, de París, donde hoy presentaron su proyecto.
La travesía naturalista, que durará tres meses, tiene dos vertientes, una marina y otra terrestre. Se trata, además, de la continuación, en cierta medida, de la expedición "Santo 2006", realizada hace seis años en Vanuatu y las de dos años después a Mozambique y Madagascar, según han explicado sus organizadores.
El grupo estará integrado por 84 participantes, de siete nacionalidades, que trabajarán sobre las especies vegetales y animales de los bosques del Monte Wilhelm, desde el nivel del mar hasta los 3.800 metros de altitud.
"Se trata de reunir medios humanos y técnicos para hacer un inventario masivo y bastante global de la llamada 'biodivesidad descuidada', que forman invertebrados, insectos y animales como los crustáceos y moluscos que son los 'mal amados' de la naturaleza", ha dicho la organización.
La parte terrestre se hará esencialmente para los habitantes de la isla, y el 75 % del equipo que trabajará en ella es de Papúa-Nueva Guinea. Se espera poder encontrar distintas especies que aún no son conocidas, que se estima, corresponden a más de mil.
Papúa Nueva Guinea, ubicada en la mitad oriental de la isla de Nueva Guinea, al norte de Australia, fue elegida como destino de esta nueva expedición debido a su biodiversidad y porque se estableció con sus pobladores una relación de "confianza mutua".
Investigadores, técnicos, naturalistas, pescadores profesionales, artistas y estudiantes se embarcarán a bordo de "Alis", un pequeño navío cuyas dimensiones permiten alcanzar los 1.200 metros de profundidad, con el que esperan descubrir un gran número de especies todavía desconocidas y documentar la composición de los ecosistemas marinos locales.