El pudú (Pudu puda) es la especie de ciervo más pequeña del mundo, que en Chile habita el sotobosque (parte baja del bosque), sombrío y húmedo del sur, donde se resguarda. Pero hace unos 13 mil años, también era posible verlo en un ambiente norpatagónico, con más pasto y menos árboles donde esconderse.
Así lo demuestra una vértebra fosilizada de la especie, encontrada en el sitio paleontológico de Pilauco, Región de Los Lagos, por investigadores de la U. Austral, que con una edad calibrada de 13.350 años, pertenece al ejemplar más antiguo encontrado en el continente.
La pieza -tercera vértebra cervical- tiene unos 3,1 centímetros y perteneció a un adulto. Fue encontrada junto a otros restos de micro y mega fauna, datados desde 16.360 años.
Para catalogarla, cuenta Erwin González, investigador principal, se describieron y midieron vértebras de animales pequeños de varios países de Sudamérica. "La investigación para la determinación taxonómica duró casi un año, lo cual es bastante. Esto se debió a la escasez de materiales de comparación y a que generalmente las vértebras no son diagnósticas", explica.
De acuerdo al estudio, publicado en el Journal of Vertebrate Paleontology, la especie habría migrado al país desde Argentina por un corredor de baja altitud en los Andes durante el Pleistoceno. Su carácter dócil, adaptaciones morfológicas y capacidades digestivas le habrían dado una ventaja para sobrevivir a los episodios glaciales y no extinguirse.
Mario Pino, geólogo y académico de la U. Austral -uno de los autores- explica que el clima en la zona era similar al que hoy se encuentra en Aysén y Chiloé continental (Palena), un ambiente norpatagónico. "Un bosque abierto, como parque, con muchas gramíneas, pasto, algunos bosquetes de coníferas, cipreses, alerce, mañío, luma y arrayán", dice.
Convivía con micromamíferos, como los coipos y el chingue (especie de zorrillo), pero también con megafauna, como caballos, gonfoterio (pariente prehistórico del elefante), hemiauchenia (camélido) y un pariente del milodón. De la megafauna, todos se extinguieron. No se sabe por qué sólo sobrevivieron los más pequeños, pero hay algunas hipótesis.
Pino sostiene que los grandes animales pudieron extinguirse debido a la sobrecaza, el cambio climático y el contagio de parásitos humanos. Pero para todas hay razones que hacen dudar. "Lo más probable es sea una mezcla de muchos factores donde todas están incluidas", indica.
"Es interesante que estos micromamíferos hayan convivido con los grandes animales y que esté registrado como el más antiguo de las Américas en un ambiente donde hoy no vive", dice. "En ese tiempo había depredadores enormes, carnívoros, jaguares, antepasados del puma. Para el pudú debió ser bastante complicado".
EL FUTURO
Lo que queda por hacer ahora es seguir estudiando la vértebra, que permanece en el Laboratorio de Paleontología de la Uach. "Ya se sabe que es de pudú, pero a partir de este material se puede estudiar la ecología de la especie, hacer análisis isotópicos para saber la vegetación, el clima, la temperatura del lugar donde vivió y si la biomecánica del cuello pudo cambiar en el tiempo", dice Karen Moreno, directora del primer magíster en el área, que comienza la universidad en 2015.
Se necesitan más paleontólogos para hacerlo, agrega. "De cada pieza fósil se pueden hacer varios estudios, necesitamos gente que los haga, que se dedique a estas áreas", enfatiza.