A pesar de haber sido descubierto hace más de cien años, los científicos no habían podido recopilar hasta ahora mucha información respecto a una especie marina llamada "calamar vampiro".
Sin embargo, un nuevo estudio ha expuesto un nuevo factor hasta el momento desconocido del animal: El calamar, conocido como "Vampyroteuthis infernalis", o "calamar vampiro del infierno", no mata realmente a su presa. En la investigación, realizada por los científicos Henk-Jan Hoving y Bruce Robison, se descubrió que a diferencia de otras especies como pulpos y calamares, las cuales comen presas vivas, el calamar vampiro se alimenta utilizando sus largos filamentos para atrapar desechos orgánicos que caen de la superficie hacia el océano profundo.
El animal tiene un cuerpo rojo oscuro, grandes ojos azules y un cuerpo similar a una capa que se estira para revelar ocho extremidades. Al sentirse amenazado, el calamar puede además invertir su cuerpo desde adentro hacia afuera, revelando sus partes óseas internas. A pesar de su aspecto, el animal posee un cuerpo exterior blando y no es muy activo.
En estudios anteriores los científicos habían logrado capturar algunas especies para estudiarlas, pero no habían podido concluir de qué se alimentaba. En la investigación de Hovinson y Robin, publicada en Proceedings of the Royal Society B: Biological Science, se encontró que el animal se alimentaba de "nieve marina", una mezcla de cuerpos muertos, heces y mucosidades. A pesar de tener una dieta bastante frugal, el calamar logra esto utilizando el mínimo de energía, flotando en el agua y extendiendo sus filamentos para atrapar desechos.
Según indica el estudio, el calamar vampiro puede además permanecer y habitar sin problemas en zonas donde el oxígeno es mínimo, un lugar en donde los predadores son pocos y la comida es abundante.