Una diminuta ave, de apenas 12 cm, que habita en los bosques septentrionales de América del Norte ha sorprendido a los científicos: la especie es capaz de volar 2.770 kilómetros por tres días sin detenerse.
Hace tiempo que los expertos tenían la duda sí la reinita estriada, que cada otoño emigra hacia Sudamérica, realizaba el viaje haciendo numerosas pausas. La imposibilidad de instalarle un rastreador por su tamaño, mantenía el misterio.
Pero expertos de la U. de Massachusetts (EE.UU.) y la U. de Guelph (Canadá), lograron desarrollar un pequeño geolocalizador que permaneciera adosado a las aves. Los científicos se los colocaron a 40 ejemplares antes de su partida, logrando recuperar siete de estos aparatos (las aves suelen regresar al mismo lugar del que partieron).
Con los dispositivos en sus manos, los expertos comprobaron que las aves sobrevuelan el Atlántico Norte y sólo se detienen en el Caribe, después de casi tres días de vuelo ininterrumpido, en el que recorren, en promedio, entre 2.700 y 2.770 km.
VUELO CON ESCALA
Cuatro de las aves que se lograron rastrear, partieron desde Vermont entre el 25 de septiembre y el 21 de octubre y volaron directamente a las islas de Hispaniola o Puerto Rico en vuelos que promediaron entre 49 a 73 horas. Una quinta ave partió de Cape Hatteras, en Carolina del Norte, y voló casi 1.600 kilómetros antes de hacer escala en Turcos y Caicos para después proseguir su viaje a la parte norte de Sudamérica.
En su vuelo de regreso al norte, las aves sobrevuelan las costas.
"Es una hazaña espectacular que esta ave de 12 gramos se embarque en un viaje evidentemente peligroso, de alto riesgo, sobre el océano abierto", comentó Chris Rimmer del Centro Vermont de Ecoestudios y uno de los autores de la investigación.
Saber la pauta de migración del ave permite conocer mejor las consecuencias del cambio climático, explicó a la agencia AP Andrew Farnsworth, investigador adjunto en el Laboratorio Cornell de Ornitología que no participó en el estudio.
Muchas especies de aves viajan largas distancias sobre áreas oceánicas, pero la reinita es diferente porque su hábitat natural son las regiones boscosas. Muchas otras aves que invernan en Sudamérica sobrevuelan México y Centroamérica.