Oncólogos estadounidenses han aislado un potente inhibidor de la metástasis que podría conducir a nuevos tratamientos contra el cáncer, reveló la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
La metástasis, que es la invasión de las células cancerígenas a otros sectores del cuerpo, es una de las principales causas de la muerte por cáncer. Hasta ahora, no existe una terapia que la neutralice.
Según el oncólogo Randolph Watnick, profesor del Programa de Biología Vascular del Hospital Pediátrico de Boston, Massachusetts, en la metástasis, los tumores preparan esa invasión mediante la secreción de proteínas que impulsan el crecimiento tumoral y atraen los vasos capilares de los que se alimentan.
Por el contrario, los tumores no metastásicos secretan una sustancia llamada prosaposin que inhibe el crecimiento al producir los factores que impiden el desarrollo de los vasos capilares. En su investigación, los científicos descubrieron que los tumores de próstata y mama que no se extendieron a otros sectores del cuerpo secretaron altos niveles de prosaposin.
Cuando los científicos inyectaron a ratas de laboratorio células tumorales altamente invasivas, a las cuales agregaron prosaposin, la metástasis pulmonar se redujo en un 80%, la linfática se eliminó totalmente y se aumentó considerable la supervivencia de los roedores en alrededor de 30%, según el informe.
Como informó el diario mexicano El Financiero, al realizar el procedimiento en sentido contrario, los investigadores descubrieron que al eliminar la prosaposin en las células tumorales, las metástasis aumentaron en gran número. Según Watnik, la identificación de la sustancia puede tener gran importancia en la lucha contra el cáncer.
Añade que sería útil en el tratamiento del tumor original y, luego, en los esfuerzos por impedir la metástasis o frenar el crecimiento tumoral. "Aunque no podamos impedir que un paciente contraiga el cáncer, es posible que logremos mantenerlo libre de la metástasis", señaló.