Este mes nacieron en los terrarios de la Universidad de Concepción 45 nuevas ranitas de Darwin, en el marco de un proyecto de conservación que desarrolla esta casa de estudios en conjunto con el zoológico de Leipzig. Hace cuatro años comenzaron con 11 individuos traídos del sector de Coñaripe y hoy la población en cautiverio llega a 180 ranitas. Mediante la reproducción de su ambiente natural, con alta humedad e incluso con aspersores que simulan lluvia diariamente, se logró la sobrevida de los individuos y que los hijos de la primera generación se reprodujeran en forma natural. Este proceso fue controlado por los especialistas para evitar el cruce entre miembros de la misma familia.

Para Juan Carlos Ortiz, profesor del Departamento de Zoología de la Universidad de Concepción, a cargo de proyecto, con el nacimiento de la última camada ya existen las condiciones para reintroducirlas en su ambiente natural. "Sabemos que ya pueden reproducirse en laboratorio y con mayor razón en su ambiente natural, por eso, a partir de septiembre del año que viene las vamos a reintroducir en Coñaripe, de donde son los primeros padres, y luego en otros hábitats donde se extinguieron localmente, para repoblar", señaló.

Otras experiencias

La población de ranitas de Darwin se ha visto mermada por la disminución de los bosques donde habita y también por los efectos del hongo chytrido, que transportan las personas en sus zapatos y manos, y que provocan la muerte inmediata de los anfibios contagiados. En la reserva Huilo Huilo, y en coordinación con la U. de Concepción, se desarrolla un proyecto de conservación en su hábitat natural asociado al bosque húmedo templado. Según Alexandra Petermann, directora de la reserva, en el lugar los turistas deben higienizar sus zapatos y evitar tocar a las ranitas. "Queremos proteger a esta especie tal como hacemos con los huemules, porque son parte del patrimonio natural del país", señaló.