El flechazo en su espalda fue imprevisto, a una larga distancia, y probablemente sorprendió a su víctima descansando. Así es parte de la historia que se conoce de "Ötzi, el Hombre de Hielo", una momia congelada hace 5 mil años y descubierta en 1991, que no sólo se trata del cuerpo más investigado por la ciencia, sino del asesinato más antiguo de la prehistoria.
Esta semana, investigadores de todo el mundo se reunieron en un Congreso realizado en Italia para revelar interesantes datos sobre sus últimas horas de vida. Para ello se realizaron estudios en arqueología, antropología, radiología, medicina forense, e incluso se hicieron viajes al sitio donde fue encontrado hace 25 años, revelando en parte qué ocurrió antes de su asesinato, y por qué la tesis más aceptada es la del "ajuste de cuentas".
Según la investigación, Ötzi no se sentía amenazado antes del ataque. Probablemente se encontraba descansando tras comer, y algunos días antes del homicidio tuvo una pelea, sufriendo sólo una herida en su mano derecha, por lo que no habría sido derrotado en aquella disputa. Se cree que intentó curar el corte en su mano con una especie de musgo, deduciendo que quizás tenía un rudimentario conocimiento de las propiedades curativas de las plantas.
Como ya lo mencionamos, el flechazo que alcanzó su espalda a la altura del hombro derecho, se realizó desde una gran distancia y tomó a Ötzi por sorpresa, lo que sugiere que el agresor no deseaba un enfrentamiento físico directo, y tampoco se usó más violencia.
La razón del crimen puede encontrarse en algún conflicto personal o en un encuentro hostil previo, "patrón de conducta que prevalece incluso hoy en la mayoría de los asesinatos", de acuerdo a Alexander Horn, uno de los científicos.
Otros objetos de valor, como un hacha de cobre, fueron olvidados en la escena del crimen, por lo que de acuerdo a los científicos el robo puede ser excluido como motivo.
El hacha también fue motivo de debate e investigación. Las pruebas presentadas en el Congreso señalan que el metal no era originaria de los Alpes como se pensaba hasta ahora, sino de minerales extraídos en el sur de Toscana, en Italia. Estudios anteriores sugerían que de acuerdo a los altos niveles de arsénico y cobre encontrados en su pelo, Ötzi había participado en su confección, idea desechada según las nuevas evidencias.
Los científicos intentan descifrar si Ötzi era un comerciante, y cuáles eran sus vínculos comerciales y culturales, o bien su descubrimiento revela los movimientos de población en aquella época. "Lo que más nos preocupa es conocer quién es el hombre del hielo, su papel en la sociedad y qué le ocurrió en los últimos días de su vida", afirmó Angelika Fleckinger, directora del Museo de Arqueología de Tirol del Sur.
En cuanto a su salud, las pruebas presentadas revelaron que a pesar de su peso normal y forma de vida activa, Ötzi sufría de una extensa calcificación vascular.
Además, otros estudios anteriores han indagado en la escena del crimen, y los momentos posteriores al ataque. Se descubrió una punta de flecha en el pulmón izquierdo, con una rasgadura en su capa, y el tallo de la flecha fue quitado aunque se desconoce si por Otzi o alguien más. Según los análisis, habían otras cuatro personas en el lugar. También se encontró sangre de otra persona en su capa, en su cuchillo -avalando la tesis de una pelea previa-, y dos tipos de sangre en una misma flecha.
Aún así, todos los estudios coinciden en algo: Ötzi fue asesinado, y sufrió una muerte lenta y agónica por desangramiento.
¿Qué más sabemos de Otzi?
Recordemos que en estos 25 años, diversos estudios han revelado varios aspectos interesantes sobre el "Hombre de Hielo". Sufría de problemas cardíacos, tenía caries, era intolerante a la lactosa y se estima que en la actualidad tiene al menos 19 parientes vivos, por ejemplo.
De oficio cazador y arquero, también se ha recreado su rostro, su cuerpo ha sido impreso en 3D, sabemos cuáles eran sus ropas, conocemos sobre sus múltiples tatuajes y su voz fue recreada por computadora.