Como un segundo colegio. Así de seria y exigente puede ser hoy la alternativa de tomar clases particulares cuando algún ramo no va bien. La clásica imagen del profesor conocido de la familia que en sus horas libres imparte sus conocimientos aún existe, pero está conviviendo cada vez más, y sobre todo desde el año pasado, con empresas dedicadas al rubro. Grupos de estudiantes o titulados de áreas científicas que encontraron un nicho en aquellos jóvenes que buscan mejorar su rendimiento.
En este nuevo sistema no queda nada al azar: el profesor que llega a la casa ha pasado por varias pruebas de calidad, incluso con alumnos incógnitos que los evalúan. Y los estudiantes son diagnosticados para saber cuáles son sus estilos de aprendizaje y en el camino reciben informes de progreso que además se entregan a sus padres.
Una de estas empresas es "Sácate un 7", creada por los universitarios Carlos Aravena, Mauricio Chiong y Sergio Fuica. Allí, todos los tutores son estudiantes de la Universidad de Chile y Católica y se les exige haber obtenido sobre los 700 puntos PSU en la materia que quieren enseñar. "Con este sistema, el 80% de los alumnos mejora sus notas en seis décimas promedio", dice Carlos Aravena, estudiante de Agronomía de la UC.
Otro ejemplo es Cedae, grupo de estudiantes de Pedagogía de La Serena. Su propuesta es hacer un test que encuentre el estilo de aprendizaje de cada alumno. "Si son más visuales, las clases se pueden apoyar con retroproyector", cuenta Loreto Huerta, coordinadora del centro. También se hacen pruebas, las que preparan al estudiante para el test que luego enfrentan en el colegio. Además, se comunican con los apoderados para involucrarlos en el aprendizaje de sus hijos: les informan incluso si llevan los materiales, si es que la clase se hace en el centro y no en la casa.
En general, estas clases duran dos horas para escolares, y hasta cinco para universitarios. Los ramos más demandados son Física, Química y Matemáticas. Pero hay alumnos que están preparando la PSU y que toman todos los ramos, los que implican una recarga de ocho horas semanales al tiempo de estudios habitual.
CIENCIA A DOMICILIO
Una de las experiencias más novedosas es la de Ciencia Educa. Es un grupo de bioquímicos, físicos e ingenieros civiles que decidió proponer clases particulares en el área de las ciencias duras, una de las que más les cuesta a los jóvenes, donde se estima que faltan unos 500 profesores en el sistema formal. Estos profesionales proponen, además de las clases en el hogar, reforzamiento para cursos completos y un laboratorio móvil que va a los colegios que solicitan el servicio. En éste se realizan experimentos de Química, Física y Bilogía, cómo extraer o aislar el ADN de un plátano mediante implementos caseros.
"Vimos que había un nicho donde nosotros podíamos contribuir, ya que las iniciativas que promueven la educación científica son escasas y poco efectivas a lo largo del tiempo, entonces quién mejor para dar esta educación que profesionales que conviven con la ciencia", explica Rodrigo Mancilla, bioquímico y director de esta empresa.
Todos quienes están en este incipiente mercado buscan algo que los diferencie. En Home Teachers, creada hace ocho años y la más antigua del grupo, no sólo se imparten clases en las materias clásicas, sino que también pone a disposición de los padres educadoras de párvulos, profesores de inglés y preparación de la PSU. Uno de sus servicios más novedosos es el Home Trainer, dirigido por profesores de educación física e incentiva al alumno a practicar actividades deportivas cómo natación, pilates, baile entretenido y acondicionamiento físico. Entrega, además, servicios a colegios como el de talleres extraprogramáticos y docentes de reemplazo a 10 establecimientos asociados como el Pumahue, Compañía de María y Manquehue.
CÓMO ELEGIR A UN PROFESOR
- Los padres debieran conocer y conversar con el profesor antes de empezar con el reforzamiento. Además, se recomienda verificar su currículum y sus datos de contacto.
- Si el estudiante no se siente a gusto con el profesor, debe reemplazarse. Empresas como Cedae señalan que ellos aplican esta política, porque la buena relación es clave para el aprendizaje.
- En Cedae y Sácate un 7 señalan que un elemento importante es que la diferencia de edad entre alumno y profesor sea poca, puesto que así es más fácil generar cercanía en el trabajo.
- El profesor debe ser flexible, proponer diversas maneras de estudiar y debe conocer cuál es el estilo de aprendizaje de su alumno, lo que se consigue mediante evaluaciones previas.