Construir un país mejor. Ese es el objetivo de un inédito convenio de colaboración, firmado el lunes, entre el Senado y las universidades de Chile, Católica, de Santiago, Diego Portales y la Academia de Humanismo Cristiano.
El acuerdo permite que científicos y expertos de estos centros de estudios entreguen sus opiniones y comentarios en todos los proyectos de ley que se estén tramitando en el Congreso, tanto los que ingresen al Parlamento desde el Ejecutivo como los que se presenten como moción parlamentaria.
El objetivo es que el mundo académico pueda aportar con su conocimiento y experiencia y enriquecer la discusión.
Durante la firma del convenio, la presidenta del Senado, Isabel Allende, indicó que es fundamental acercar el mundo académico al desarrollo cotidiano de las labores parlamentarias. "Necesitamos las miradas críticas", dijo, añadiendo que cuando los legisladores cuenten con "la colaboración desde el mundo de las ciencias exactas, las humanidades y las artes, para que nos acompañen en los diagnósticos, los futuros proyectos de ley y las evaluaciones de las políticas públicas", se abrirán nuevas posibilidades para el país.
El presidente de la Comisión de Desafíos del Futuro, senador Guido Girardi, dijo que es importante que el Senado salga del siglo XX y entre al XXI, y para ello asocie sus deliberaciones y trabajo legislativo con el mundo académico y de la ciencia.
La firma de este convenio es sólo un primer paso, adelantó la senadora Allende, que se mostró deseosa de que pronto se sume también la Cámara de Diputados.
En la práctica, los proyectos legislativos que ingresen serán enviados a las universidades del convenio, junto a la tabla de los proyectos de ley y el calendario de funcionamiento de las comisiones. Además, las universidades también podrán enviar sus planteamientos para que se puedan transformar en proyectos de ley o en políticas públicas.
Según Juan Manuel Zolezzi, rector de la U. de Santiago, "las universidades del Consejo de Rectores hacen el 93% o 94% de la investigación e innovación que se hace en Chile, por lo tanto, podemos ser un gran aporte".
La primera comisión de legisladores y académicos ya comenzó a funcionar y trabaja en la proposición de soluciones futuras para la Región de Valparaíso, debido al riesgo de incendios que tiene.
Durante 90 días, arquitectos, urbanistas y otros expertos de áreas específicas discutirán cómo reconstruir la ciudad.