Centenares de indígenas bolivianos, entre ellos, niños, mujeres y ancianos, iniciaron hoy, una caminata de 500 kilómetros hacia La Paz para rechazar la construcción de una carretera que dañará, según ellos, una reserva ecológica, pero que es defendida por el Presidente Evo Morales y financiada por Brasil.

La columna partió desde Trinidad, capital del  departamento amazónico Beni, y al mediodía llegó a Puerto Varador tras recorrer los primeros 15 de los 580 kilómetros  que transitará hasta llegar a La Paz, en 30 días.

Las comunidades indígenas rechazan que un camino de 366  kilómetros entre Villa Tunari (Cochabamba) y San Ignacio de  Moxos (Beni) cruce el Parque Nacional Isiboro Sécure, en el  centro del país, que es la mayor reserva forestal y de agua  dulce. 

El inicio de la marcha coincidió hoy con un paro en El Alto, ciudad vecina a La Paz, y otro en Potosí, a sur del Altiplano,  considerados como bastiones políticos del Presidente Morales y en donde el oficialismo ganó las seis consultas electorales  que hubo desde el 2006 con más del 60 por ciento de los votos.

Debido a la coincidencia de las protestas, el ministro de la  Presidencia, Carlos Romero, dijo ayer que "pareciera haber  un contexto conspirativo" y reiteró la voluntad del gobierno de  dialogar para atender sus demandas.

La reserva forestal es territorio ancestral de las naciones  Chiman, Yuracaré y Moxos, reconocido legalmente desde 1990.  La Constitución del país impone que todo proyecto que  involucre territorios indígenas debe ser consultado con las comunidades que los habitan y aunque el gobierno anunció que  convocará a una consulta, Morales afirmó que  el camino se construirá "pese a quien le pese".