La plaza de Montecitorio en Roma, a las puertas de la Cámara de los Diputados, fue el escenario de una multitudinaria protesta en contra del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, en protesta por lo que llaman reformas hechas a la medida del jefe de gobierno para favorecerlo en diferentes procesos judiciales.
Esto, luego que los diputados aprobaran una propuesta, levantada por el partido del primer ministro, en que se declara al tribunal de Milán sin competencia para juzgar al jefe de gobierno por supuesta prostitución de menores y abuso de poder, en el llamado caso Ruby, cuyo juicio está fijado para este miércoles en Milán.
Así, será ahora el Tribunal Constitucional el que deba decidir si es el Tribunal de Milán o un Tribunal de Ministros, dependiente del Parlamento, el que tiene potestad para juzgar el caso.
Esta decisión es muy criticada por los grupos de la oposición y por los manifestantes congregados en la plaza, que fueron convocados por varias asociaciones y a los que se sumaron también algunos líderes políticos.
Con lemas como "Silvio Berlusconi debe morir" y "O compra a los jueces o cambia las leyes", los manifestantes gritaron consignas contra el mandatario y ondearon una bandera italiana de sesenta metros a pocos metros del Parlamento, que fue blindado por las fuerzas del orden para evitar altercados como los del pasado miércoles.
Asimismo, esta noche se celebra la "Noche Blanca por la Democracia" en Roma, convocada por las organizaciones "Popolo Viola", "Libertad y Justicia" y "Artículo 21" y a la que está previsto que acudan representantes políticos y personalidades del mundo de la cultura italiana en una protesta que se prolongará hasta la medianoche.
ESCUCHAS TELEFONICAS
El diario Corriere della Sera publicó hoy el contenido de tres conversaciones telefónicas de Berlusconi, incluidas por la fiscalía de Milán en el fascículo del proceso al premier italiano, aunque la ley establece que sin autorización parlamentaria se deben destruir sin ser transcriptas.
El diario milanés publicó citas textuales de conversaciones que Berlusconi mantuvo con una de las co-imputadas en el caso, la diputada lombarda Nicole Minetti y otras dos mujeres implicadas en la investigación sobre las fiestas en la residencia de Arcore del premier, Marysthelle Polanco y Raissa Skorkina.
Las conversaciones fueron interceptadas por la policía porque los teléfonos de las tres mujeres estaban bajo control, y no el teléfono del premier.