Cientos de personas colmaron el sábado una iglesia en el delta del río Mississippi para el funeral de BB King, quien surgió de esta zona como jornalero en los campos de algodón para alcanzar la fama en todo el mundo como el cantante y guitarrista de blues que influyó en varias generaciones de artistas.
King tenía 89 años cuando murió el 14 de mayo en Las Vegas. A petición suya, su cuerpo fue trasladado a su natal Mississippi para su descanso final.
En medio de la lluvia, unas 500 personas llenaron el templo bautista Bell Grove Missionary, una estructura de ladrillo rojo en medio de un campo de Indianola en cuyo costado pasa la calle BB King.
Más de 200 personas que no pudieron entrar en el santuario vieron el funeral mediante una transmisión en vivo a la sala comunitaria de la iglesia. Muchos de los asistentes agitaban abanicos con una foto en blanco y negro de un King sonriente, abrazando su guitarra eléctrica negra, Lucille.
Al comienzo del servicio, varios familiares rindieron honras fúnebres de pie junto al ataúd abierto de King. El interior de la tapa del féretro tenía una imagen bordada de Lucille en la tela acolchada blanca. Más tarde, el ataúd fue cerrado. A su alrededor se colocaron dos guitarras y varios arreglos florales.
El reverendo Herron Wilson, quien pronunció el panegírico, dijo que King demostró que la gente puede triunfar sobre las circunstancias más difíciles.
"Las manos que una vez recogieron algodón fueron las mismas que luego tocarían las cuerdas de la guitarra en un escenario nacional e internacional. Increíble", dijo Wilson.
El cantante de country Marty Stuart dijo que King dejó un legado musical para el estado donde él nació también.
"Como paisano de Mississippi, estoy muy orgulloso de estar a su sombra mientras recorrió todo el mundo", dijo Stuart.
En camino a la iglesia, el gobernador de Mississippi, Phil Bryant, recordó haber pasado momentos con King durante una gira del músico en autobús antes de un concierto el año pasado en Indianola. Bryant dijo que el artista estaba orgulloso de haber nacido en Mississippi.
Miles de personas acudieron a Indianola para el homenaje público del viernes y el funeral del sábado.
Tony Coleman, el baterista del King durante 37 años, dijo que el llamado "Leyenda del blues" nunca se refirió a sí mismo con ese título, un honor que otros utilizaron para referirse a él.
"Él sentía que el blues era el rey y que era su responsabilidad mantenerlo como rey", dijo Coleman al entrar en la iglesia.