Bélgica recuerda hoy durante toda la jornada, en un acto fúnebre en la localidad flamenca de Lommel, en el norte del país, a los 22 niños y seis adultos muertos la semana pasada en el accidente de bus en un túnel del cantón suizo del Valais, en el oeste de la Confederación helvética.

La mayor parte de las víctimas mortales eran niños belgas, además de seis holandeses y seis adultos que les acompañaban a Suiza para unos días de vacaciones en la nieve.

Además de las familias de los fallecidos, están presentes en el centro deportivo de Lommel el primer ministro belga, Elio di Rupo, el rey Alberto II de Bélgica, así como el príncipe heredero de Holanda, Guillermo-Alejandro y su mujer, la princesa Máxima. Asiste además a los actos fúnebres la presidenta de Suiza, Eveline Widmer-Schlumpf.

También está en el acto el primer ministro holandés, Mark Rutte. La reina Beatrix de los Países Bajos también tenía previsto estar presente, pero finalmente siguió con su agenda prevista. La monarca está hoy en visita de Estado a Luxemburgo.

Los niños fallecidos estudiaban en colegios de Lommel y Heverlee, ambas localidades de Flandes, consignó Dpa.

El homenaje es importante, pero "¿Qué pasará después", se preguntan. Los  muros y verja del anfiteatro estaban cubiertos de mensajes de apoyo a las  familias. Dibujos, cartas y juguetes. "Descansa en paz", "jamás te  olvidaremos", "¿Porqué, Porqué", rezaban, agregó AFP.