Cientos de presos palestinos iniciaron este lunes una huelga de hambre indefinida en señal de protesta contras las condiciones de detención en las cárceles bajo el control de israelí.
Esta huelga fue convocada por Marwan Barguti, líder de Al Fatah, quien cumple desde hace 15 años cadena perpetua.
En una columna en The New York Times, Barguti indicó que el objetivo de esta protesta es "poner fin a los abusos en los centros penitenciarios". "Israel ha establecido un apartheid judicial que garantiza la impunidad para los israelíes que han cometido delitos contra los palestinos y que criminaliza la presencia de la resistencia palestina", aseguró el líder. "Los prisioneros sufren torturas, tratos degradantes e inhumanos y falta de asistencia médica, algunos han muerto durante su detención", agregó.
Esta medida de presión comenzó a media noche, coincidiendo con la celebración del Día Nacional de Solidaridad con los Presos Palestinos, con el fin de exigir el aumento del régimen de visitas, el fin del aislamiento y de las detenciones administrativas, es decir, sin cargos ni juicios y que son renovables indefinidamente.
Portavoces oficiales y de ONG de Palestina, dicen que la cifra de adheridos a esta huelga se elevaron a 1.500, mientras que el servicio de instituciones penitenciaras israelí la limitó a 700.
En tanto, el Ministerio de Sanidad Pública de Israel se ha coordinado con la Policía y el Servicio de Prisiones para preparar la asistencia "ante cualquier escenario".
Su titular, Guilad Erdán, ha ordenado el establecimiento de hospitales militares para que los presos no sean transferidos a centros públicos, donde los doctores se han negado en el pasado a alimentarlos a la fuerza, pese a la decisión del Tribunal Supremo, que lo consideró constitucional.
Según cifras de la Asociación Nacional Palestina, unos 6.500 palestinos están detenidos por Israel, incluidos 300 menores, 12 parlamentarios y 28 periodistas.