Desde el Centro Nacional de Prevención de Desastres en Ciudad de México, el mismo que se creó tras el terremoto de 1985 que afectó a la capital mexicana, el Presidente Enrique Peña Nieto entregaba el primer balance del potente movimiento telúrico de 8,2 grados en la escala de Richter que sacudió el sur y centro del país la noche del jueves. "Fue el más fuerte de los últimos años de la historia" de México, "el peor en casi un siglo", escribió en Twitter.
Aunque al momento de su alocución, Peña Nieto confirmó un saldo de cinco muertos, la cifra fue en ascenso con el paso de las horas. Así, el Comité Nacional de Emergencia informó que el número de víctimas fatales ya ascendía a 61: de ellas, 45 personas perdieron la vida en el estado de Oaxaca, 10 en el de Chiapas (fronterizo con Guatemala) y cuatro en el de Tabasco, en la costa del Golfo de México.
El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, dijo que en su estado el municipio más afectado era Juchitán. En esta pequeña ciudad se contabilizaban 31 fallecidos, aseguró el diario mexicano El Universal. Imágenes de video mostraban que casi la mitad de las estructuras en Juchitán habían colapsado.
"Fue muy espantoso, los que pudieron bajaron de sus casas, otros se quedaron sin luz, no podían abrir las puertas, se atoraron, las cercas caídas, las casas, algunos cables eléctricos", relató con la voz entrecortada Iris Morales, madre de familia de Juchitán, a The Associated Press . "Nunca antes, nadie, ni los ancianos lo habían sufrido así, incluso las réplicas. Nadie ha dormido", aseguró.
Según el último reporte del Servicio Sismológico Nacional de México, el terremoto se registró a las 23:49 del jueves y su epicentro se situó a 133 km. al suroeste de la localidad de Pijijiapan, en Chiapas, a una profundidad de 58 km. Sin embargo, el Servicio Geológico de EE.UU. estimó en 8,1 y no en 8,2 la magnitud.
El terremoto también fue calificado por las autoridades de Guatemala como el más poderoso en este país centroamericano. Preliminarmente se reportaron al menos cuatro personas heridas y 94 damnificados por daños en sus viviendas. Un movimiento telúrico menos fuerte en 1976 que tuvo una intensidad de 7,5 grados dejó 25.000 muertos y pérdidas millonarias.
El fuerte sismo desató una alerta de tsunami para los estados de la porción central y sur de la costa del Pacífico mexicano. Pero ésta fue levantada poco después, informó France Presse.
En una primera evaluación de daños, el Instituto Mexicano del Seguro Social informó que su red de hospitales y clínicas no sufrieron daños estructurales, por lo que el servicio operaba sin contratiempos, consignó El Universal. Por su parte, el diario Reforma, citando al Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa, informó que en Ciudad de México 76 escuelas habían resultado afectadas por el terremoto, dos con daño mayor, y que se revisaban las condiciones de 35 planteles en Chiapas y 28 en Oaxaca.
Peña Nieto, a través de Twitter, reportó que el terremoto había afectado el suministro eléctrico de 1,85 millones de clientes, pero que se registraba un 90% de avance en el restablecimiento. Además dijo que aeropuertos y puertos funcionaban normalmente.
Producto del terremoto, el mandatario mexicano suspendió el evento por el 170° aniversario por la Batalla del Molino del Rey, para viajar a Oaxaca, donde visitó Juchitán y la noche de este viernes se trasladaba a Chiapas.
El terremoto hizo revivir a muchos la pesadilla del sismo de 8,1 grados del 19 de septiembre de 1985 que devastó Ciudad de México y dejo 10.000 muertos. "Otro más no, Dios, por favor no", rezaba de rodillas una mujer de unos 60 años citada por France Presse.
Sistema de alerta
Tras el sismo de 1985, se endurecieron las reglamentaciones en materia de construcción y los planes de protección civil. Además, desde 1993 Ciudad de México cuenta con una alarma sonora que alerta por sismos de una intensidad de al menos seis grados en la escala de Richter, según France Presse. Así, la noche del jueves, alertados por los 8.200 megáfonos desplegados en la capital federal, sus 20 millones de habitantes descendieron en masa -y precipitadamente- a las calles. Una vez detectado el sismo, el sistema lanza una onda que dispara las alarmas en escuelas, ministerios y otras oficinas, interrumpiendo automáticamente las emisiones de la radio.
Una tecnología inexistente en 1932, cuando se produjo el terremoto de mayor magnitud del cual se tenía registro en México hasta ahora. Según el Servicio Sismológico Nacional, el 3 de junio de ese año un sismo de 8,2 grados sacudió Jalisco y causó la muerte de unas 400 personas. México se ubica entre cinco placas tectónicas, cuyos movimientos convierten al país en uno de los que registra mayor actividad sísmica.
De manera paralela, México se preparaba para otra emergencia en el extremo oriental del territorio. Se esperaba que el huracán Katia llegara este sábado a la costa del estado de Veracruz. Katia podría provocar inundaciones peligrosas, como tormenta de categoría 2.