Poco más de 892 mil personas, entre enero y agosto de este año, se han inscrito como no donantes, según datos entregados por el Registro Civil. La cifra duplica a quienes manifestaron la misma postura, en igual período de 2010, cuando 402 mil personas rechazaron entregar sus órganos.
Es una tendencia que va en alza y que, actualmente, tiene a 3,8 millones de personas enlistadas como no donantes en el país, desde que en 2010 entró en vigencia la Ley de Donante Universal.
El abultamiento del registro llevó a introducir cambios a la ley de trasplantes que comenzará a regir en octubre. Eso, pues la evaluación de la norma actual sostiene que se ha facilitado que las personas se inscriban como no donantes, pese a que posteriormente admiten no recordar haber sido consultadas ni haber manifestado voluntad de no entregar órganos.
"El mecanismo no era bueno. La gente cuando va a renovar el carné de identidad o a sacar licencia de conducir, está haciendo un trámite. No va preparada para responder esta pregunta. Incluso, la mitad dice que no le preguntaron o que no recuerda", dice José Luis Rojas, coordinador nacional de trasplantes del Minsal.
Desde el próximo mes, todos los chilenos mayores de 18 años serán considerados donantes de órganos, por imperio de la ley. Sin embargo, aquellas personas que deseen no serlo, deberán manifestar esta voluntad en una notaría y firmar una declaración simple.
Lo mismo se aplicará para quienes hayan sido inscritos como no donantes y deseen modificar esta condición.
"Pensamos que algo había que hacer con esos casi cuatro millones de chilenos que aparecen no donantes, porque hay gente que no hizo nada para quedar registrada y otros que pueden arrepentirse, así es que también tendrán la opción de, ante notario, manifestar su voluntad y pasar de no donantes a donantes", dice Rojas, quien afirma que, con estos cambios, en un año ya se podrá tener una mayor certeza respecto de cuántas personas son realmente no donantes.
En paralelo, la Asociación de Notarios, Conservadores y Archiveros Judiciales está elaborando el contenido del documento, a objeto de que sea igual para todo el país.
"La idea es una declaración jurada simple, que estará en todas las notarías y que, una vez firmada, será remitida al Registro Civil para que la incorpore a su base de datos", explica el notario público de Santiago Fernando Cosme Gomila, quien agregó que también se ha recomendado uniformar el valor de este trámite en las notarías, a un valor de entre $ 1.000 y $ 1.500.