La capacitación ha cobrado cada vez más relevancia para las estrategias de desarrollo de las compañías chilenas y también existe mayor conciencia entre los trabajadores acerca de la importancia que tiene en su propio crecimiento laboral. Esta no es una frase de buenas intenciones: de acuerdo con cifras del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), 28 mil empresas capacitan anualmente a sus empleados en el país.

Las estadísticas del organismo se ven refrendadas por un análisis realizado en mayo por KPI Estudios, que indica que el 60% de la dotación de las firmas locales recibió capacitación el año pasado. Aunque los porcentajes son bastante parejos, el estudio aplicado a 155 empresas puntualiza que el sector servicios mostró la mayor cobertura, con 62%, mientras que el retail y el consumo masivo llegaron a 58%.

Según KPI, las cifras ponen a Chile en una situación de liderazgo en Latinoamérica, donde se aplicó el mismo testeo. En Argentina la cobertura alcanza al 44%, igual que en Uruguay, porcentaje que sube al 48% en Perú, al 50% en México y al 58% en Colombia.

"Los elementos diferenciadores que permiten un posicionamiento sólido de la empresa en su mercado se ven potenciados a través de planes de capacitación diseñados de manera consistente con las competencias y habilidades que una organización requiere, como atención al cliente y aprender a trabajar sin pérdidas", señala Luis Grau, director ejecutivo de KPI Estudios.

Las organizaciones han tomado mayor conciencia de este factor. Y no porque tengan acceso a una franquicia tributaria más alta. El director nacional de Capacitación de Inacap, Fernando Loyola, asegura que buscan aumentar la productividad, fortaleciendo las competencias de los empleados.

"Antiguamente se invertía en capacitación en función de objetivos de enseñanza. Se buscaba, por ejemplo, aprender sobre el comportamiento del consumidor. Ahora se requiere que los empleados sepan por qué y cómo se hacen las cosas", dice.

Dado que las empresas están invirtiendo en capacitación por necesidad, y no por obligación, las entidades capacitadoras han adaptado su oferta educativa a los lineamientos que les llegan desde las propias compañías.

Esto responde al hecho de que las grandes organizaciones son, a la vez, las más globalizadas y actúan en ambientes más competitivos. Eso las ha llevado a revisar permanentemente los perfiles de los cargos clave, asociarlos a las competencias que se requieren en dichas posiciones y a medir las brechas que existen en cuanto a la capacidad efectiva para ejercerlas. "Sobre esa base se diseñan los programas de capacitación", señala Fernando Loyola.

Los profesionales tienen a su favor que están en condiciones de acceder a cursos a distancia, combinados con clases presenciales. Esto les permite triangular las variables ubicación geográfica, tiempos de estudio y jerarquía organizacional, llevando el conocimiento a los distintos niveles de la organización. De hecho, una de las tendencias fuertes que se observan hoy día en el mercado local es el crecimiento del modelo llamado blended learning (ver recuadro) que combina clases presenciales con otras on line.

LAS ALTERNATIVAS QUE MAS CRECEN
Luz María González, directora ejecutiva de eClass Business, afirma que el e-learning y el blended learning son las modalidades de estudio que exhiben mayor crecimiento. "Durante el 2010 llegaron a representar el 22% de la inversión en capacitación, acercándose a las tasas de países desarrollados como España, en donde alcanza al 24%. En Estados Unidos, más del 35% de la educación corporativa se realiza a través de este sistema".

La ventaja del modelo es que permite tener equipos humanos cada vez más capacitados, aprovechando la tecnología e internet para que los ejecutivos puedan estudiar a distancia manejando sus propios tiempos, compatibilizando de mejor manera estudio, trabajo y familia.

"La educación a distancia ha pasado a ser uno de los instrumentos de capacitación más utilizados entre las empresas, ya que para las compañías que se acogen a la franquicia tributaria del Sence es muy cómodo y rentable poder capacitar a sus empleados sin la necesidad de sacarlos de sus puestos de trabajo", acota Luz María González.

Todos estos avances demuestran que las empresas están buscando toda oportunidad para contar con herramientas que les permitan mantener un capital humano con conocimiento de primer orden. Y que no hay límites para ello.