"Vago", "retórico", pero "muy importante". Así fue analizado ayer el comunicado que entregó el martes el Partido Comunista de China al finalizar su plenario secreto, en el que se acordó que el libre mercado tendrá un "rol decisivo" en la economía. Aunque aún se desconoce el detalle y la manera en que serán implementados los cambios, se espera que éstos transformen al "gigante asiático", tal como ocurrió tras el proceso de 1978 durante la gestión de Deng Xiaoping. Ese año, China emprendió un proceso de reformas y apertura que le cambió la cara al país y que derivó en el hecho de que a comienzos de los 90 se adoptara un sistema de economía socialista de mercado.
"De verdad, no lo entiendo" o "es un misterio", eran las frases más repetidas en Weibo, el Twitter chino, al comentar el comunicado de 5.000 caracteres, en el que la palabra "reforma" se mencionó en 59 ocasiones.
Estas son las claves de los puntos más relevantes de las conclusiones de este Tercer Plenario del PC chino, que duró cuatro días:
1. PAPEL DEL MERCADO
El gobierno, liderado por el Presidente Xi Jinping, está preocupado por cómo China debería seguir creciendo. El país tiene un crecimiento proyectado de 7,5% en 2013, el menor ritmo en 23 años. Xi quiere que la economía no dependa de industrias altamente contaminantes, de la construcción impulsada por el Estado y del uso de la tierra con escasas compensaciones para los agricultores.
"El mecanismo para seguir creciendo será mejorar y perfeccionar el mercado y liberalizar nuevas áreas de potencial crecimiento", explica Kerry Brown, columnista de la cadena BBC. A diferencia de 1978, China ahora es clave para la economía mundial y cualquier cambio tendrá alcances e impactos globales.
La idea es "dejar que el mercado juegue un rol decisivo en la asignación de recursos y para tener una mejor performance en las funciones del gobierno", señaló el documento conocido tras el plenario. Para Richard Bush, director del Center for East Asia Policy Studies del think tank Brookings Institution, "la implementación será lo más importante".
Lo que está claro es que -por ahora- no habrá cambios en el rumbo político ni tampoco al interior del PCCh. Pero sí en el área económica, ya que la promesa es duplicar el PIB y los ingresos per cápita para 2020.
2. VENTAS DE TIERRAS
No se anunció una reforma agraria, pero el PC chino señaló que "se desarrollarán muchos tipos de sistemas de propiedad". En China existe un sistema llamado hukou, introducido por Mao Tse Tung, que limita la emigración del campo a la ciudad. Así, si un campesino decide emigrar, no tendrá acceso a ningún servicio básico. A su vez, los habitantes de las zonas rurales no pueden vender sus tierras, lo que impide un desarrollo agrícola a gran escala. Hoy, el 35% de los chinos tiene permiso de residencia para vivir en las ciudades.
Pero esto podría cambiar y, según los expertos, eventualmente los campesinos podrán vender sus tierras y tener los mismos derechos a la salud o educación que sus pares urbanos. Según la revista The Economist, este cambio sería a partir de 2017. Las tierras agrícolas suponen 5,5 millones de km2, de una superficial total del país de 9,5 millones de km2.
3. URBANIZACION
Si un número importante de campesinos emigra a las ciudades habrá un aumento del consumo y también podrían potenciar el rubro de la construcción. En el corto plazo, esto se podría concretar en ciudades pequeñas y medianas, pero no en grandes urbes como Beijing o Shanghai, porque se impondría limitaciones.
En junio, The New York Times reveló que el liderazgo chino pretende trasladar a 250 millones de campesinos a zonas urbanas de aquí a 12 años, precisamente para potenciar el consumo.
China posee una población de 1.380 millones de habitantes. La idea es que para el 2025, el 70% viva en ciudades. Actualmente, según el Banco Mundial, la población rural la componen 651 millones (49%). En los años 80, el 80% de los chinos vivía en el campo. El país ocupa el primer lugar en la producción agrícola del mundo y también es el principal consumidor.
4. SEGURIDAD
Se creará un Comité de Seguridad Nacional, que debería evitar los conflictos sociales, como ha sucedido en el último tiempo. Esto sería un reconocimiento implícito de la inestabilidad social en China. También, supondría más burocracia.
5. IMPLEMENTACION
La gran duda es cómo serán llevadas a cabo las medidas anunciadas el martes. "Es difícil saber cómo será ejecutado esto, por un partido dividido. Si yo fuera de izquierda en China, estaría decepcionada", comentó la analista Mary Gallagher, citada por The Washington Post.