1. OCUPACION BRITANICA
No pocos estiman que la historia moderna de Irak partió mal. Tras la Primera Guerra Mundial, británicos y franceses se repartieron Medio Oriente y crearon nuevos países con fronteras trazadas con regla y compás. Reino Unido reemplazó a los otomanos que controlaban el territorio iraquí y colocaron ahí a una monarquía hachemita. Faisal se convirtió en monarca iraquí entre 1921 y 1933, en un país con población sunita, chiita y kurda. Pero pronto comenzaron los problemas: golpes de Estado, una ofensiva nazi, una nueva invasión británica, hasta que el socialista Partido Baas tomó el poder en 1968.
2. SADDAM HUSSEIN
Tras ascender en el Baas, Saddam Hussein fue designado Presidente en 1979 y, hasta la ocupación de Estados Unidos en 2003, fue amo y señor del país. Hussein, de la minoría sunita, reprimió a sus opositores de la mayoría chiita y gobernó con mano de hierro. Se enfrentó a Irán en 1980 y contó con el apoyo de Occidente, Washington incluido. Durante este período los iraquíes se dividieron aún más.
3. ATAQUE EEUU
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2011, Washington invadió Afganistán y en 2003 hizo lo mismo en Irak, país al que acusó de tener un arsenal químico y de poseer vínculos con Al Qaeda. Pero el problema fue que, según el corresponsal de la BBC Jonathan Marcus, el Estado baasista fue destruido, por lo que el Ejército quedó desmantelado. Precisamente, las nuevas fuerzas iraquíes formadas y entrenadas por EE.UU. no han sido capaces de mantener el orden, lo que ha quedado en evidencia esta semana, tras la arremetida de los jihadistas en el norte del país. Ello, pese a que el Ejército está integrado por 930 mil hombres.
4. NUEVO GOBIERNO
Las nuevas autoridades iraquíes, respaldas por EE.UU., formaron un gobierno chiita -con presencia kurda- con la ilusión de unir al país. Pero la guerra les costó la vida a 4.486 soldados estadounidenses y hasta 120 mil víctimas civiles, de acuerdo con el organismo Iraq Body Count. Más aún, en 2006 estalló una feroz guerra sectaria, que Al Qaeda aprovechó para extender su influencia. Y no sólo la red que lideró Bin Laden, sino que también Irán ganó terreno a nivel regional. Corresponsales de guerra, como Patrick Cockburn, del diario británico The Independent, sostienen que la violencia nunca se detuvo desde 2003. En ese sentido, grupos sunitas ven con desconfianza al gobierno de Bagdad, que algo ha influido en la radicalización de muchos jóvenes iraquíes.
5. IRRUPCION JIHADISTA
Debido a la polarización, organizaciones jihadistas han logrado ganar fuerza, como el Estado Islámico de Irak y Siria (Isis), que esta semana se tomó la provincia de Nínive y la ciudad de Mosul, además de otras regiones en el norte iraquí, de mayoría sunita y kurda. El Isis pretende establecer un califato de corte islámico en el norte del país, incluso en parte del territorio sirio, donde también opera. Su avance ha sido rápido. Ayer se encontraban a 100 kilómetros de Bagdad, lo que encendió las alarmas de Occidente (ver recuadro). Según la agencia alemana DPA, "el Isis logró asegurarse una franja de territorio que va desde Siria hasta el centro de Irak. La principal preocupación es que el primer ministro Nuri al Maliki haya marginado a varios segmentos de su país, en particular grupos sunitas, lo que le dio al Isis un terreno fértil para actuar". En ese sentido, los analistas coinciden en que se llegó a este punto por los errores cometidos por EE.UU., el gobierno iraquí y potencias regionales como Turquía y países árabes.