Es el mayor clásico del fútbol mundial. El derbi entre Real Madrid y Barcelona vivirá esta tarde un nuevo capítulo, cuando se encuentren en Valencia en la final de la Copa del Rey.
Hay varias razones que explican la rivalidad entre merengues y catalanes. Estas son algunas historias que explican la tradicional lucha entre los equipos más poderosos de España.
El inicio. El primer duelo entre Real Madrid y Barcelona fue el 13 de mayo de 1902, en una semifinal de la Copa de la Coronación, con triunfo para los catalanes por 3-1.
Por la Liga se encontraron por primera vez el 17 de febrero de 1929, con triunfo para los merengues por 2-1. Pero el título sería finalmente para el Barcelona, en un torneo que ambos pelearon fecha a fecha y fue el inicio de la rivalidad.
Los nombres de la Copa. El primer torneo a nivel nacional disputado en España fue la Copa de la Coronación o Concurso Madrid, en 1902, como parte de las celebraciones por la mayoría de edad del rey Alfonso XIII. Debido a su éxito, al año siguiente se creó la Copa de S. M. el Rey (hasta 1932), que con los años cambió de nombre según la situación política del país: Copa del Presidente de la República (1932 a 1936), Copa de S. E. El Generalísimo (1939 a 1976) y desde la temporada 1976-77 nuevamente Copa de S. M. el Rey.
Barcelona es el equipo que más ha ganado el torneo, con 29 títulos, el último en 2009. Real Madrid se ha quedado con el trofeo en 17 ocasiones, pero la última fue en 1993, con Iván Zamorano.
La política también juega. Una de las preocupaciones que existen para el duelo de esta tarde es que se repita lo que ocurrió en la final de 2009 entre Athletic de Bilbao y Barcelona. Esa vez el himno español fue pifiado, mientras aparecían banderas nacionalistas. Todo en presencia del Rey de España, quien entrega el trofeo.
Y es que el sentimiento de identidad regional es muy fuerte en España, lo que se ve en los casos por ejemplo del País Vasco y Cataluña. Eso también ha aumentado la rivalidad entre el Real Madrid y el Barcelona.
El equipo ha servido a los catalanes para expresar su oposición al gobierno nacional, especialmente durante los 46 años de la dictadura de Francisco Franco, hincha del Real Madrid.
Por ejemplo, Franco intervino con una ley que obligaba a que los jugadores extranjeros llegaran sólo si tenían un contrato compartido con el Real Madrid por el caso de Alfredo Di Stéfano.
Los medios estatales se dedicaban a destacar los éxitos del Real Madrid y minimizar los del Barcelona.
Así, debido a las tensiones políticas entre el gobierno central y las regiones autónomas, este clásico es de interés para todo el país y no sólo por razones deportivas.
La lucha por la "Saeta". Alfredo Di Stéfano es uno de los mayores ídolos del Real Madrid y eso que su primer contacto con España fue cuando su pase fue comprado por... Barcelona.
En 1953 los catalanes llegaron a un acuerdo con "La Saeta Rubia" y con River Plate, pero el Real Madrid se metió cancelando un monto a Millonarios, donde estaba a préstamo el jugador. Ante el conflicto intervino la Federación Española, obligando al Barcelona a esperar. El problema fue que en agosto de 1954, la federación cerró el plazo de contrataciones, con lo que los catalanes no pudieron incorporar a Di Stéfano.
Después, con la intervención de Francisco Franco, la Federación anunció que autorizaba que el jugador firmara por el Real Madrid, pero que durante los años de su contrato debía alternar en el elenco merengue y el Barcelona. Los catalanes no aceptaron, Di Stéfano triunfo y se sumó otra historia a la rivalidad.
Los "culé" y el Madrid. La explicación más aceptada para el apodó de "culé" (culer en catalán) que reciben los hinchas del Barcelona se remonta al período entre 1909 y 1922, cuando el equipo jugaba en un pequeño estadio. Cuando asistía mucha gente, los seguidores del club debían sentarse sobre el muro. Así, quien pasaba por afuera veía los traseros (cul en catalán) de los fanáticos.
En el caso del cuadro de la capital española, en su inicio se llamaba Madrid Football Club, pero un decreto del rey Alfonso XIII autorizó a ponerle Real al nombre del equipo.