Al menos un policía y cuatro manifestantes perdieron la vida en enfrentamientos entre las fuerzas del orden y seguidores de los Hermanos Musulmanes durante una marcha en El Cairo con motivo del primer aniversario del desalojo violento de campamentos de los islamistas, informaron fuentes de seguridad.

Los Hermanos Musulmanes habían convocado manifestaciones por el aniversario de la "masacre de Rabia al Adawiya", en referencia al campamento de protesta instaurado tras el golpe militar contra Mohamed Morsi el 3 de julio de 2013, y que fue desalojado violentamente más de un mes después.

Desconocidos dispararon hoy contra el policía desde una motocicleta. Según testigos, dos manifestantes murieron de heridas de bala en enfrentamientos entre seguidores y detractores de Morsi en la capital y otros dos murieron al enfrentarse a las fuerzas de seguridad, según el portal de noticias "Al Ahram".

Además, las fuerzas de seguridad fueron puestas en nivel alto de alarma. La plaza Tahrir, la plaza Rabia al Adawiya y los accesos principales a la ciudad fueron rodeados con tanques.

Según "Al Ahram", varios cientos de seguidores de Morsi bloquearon calles de la ciudad con neumáticos ardiendo y se reunieron en protestas contra Al Sisi. También se produjeron bloqueos y protestas en Alejandría y en otras ciudades del país.

La policía utilizó gas lacrimógeno para dispersar varias manifestaciones y al menos 63 islamistas fueron detenidos en siete ciudades.

Hace exactamente un año, las autoridades dispersaron varios campamentos de protesta, entre ellos el de la plaza Rabia al Adawiya, de forma violenta. Según la organización Human Rights Watch,  la policía mató entonces de forma indiscriminada a al menos 817 manifestantes seguidores de Mursi, lo que podría constituir un crimen contra la humanidad. 

El gobierno egipcio rechazó ese informe de HRW e insistió en que los manifestantes abrieron fuego primer contra la policía.

Desde el derrocamiento de Morsi, las autoridades egipcias, encabezadas por el ex jefe del Ejército y actual presidente, Abdel Fattah al Sisi, persiguen a la organización, prohibida y declarada terrorista.

La oficina de los Hermanos Musulmanes basada en Londres declaró que las protestas continuarán y que los egipcios seguirán con "su revolución en todas las ciudades y pueblos" hasta alcalzar su objetivo de libertad.

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