Cinco soldados polacos murieron hoy en Afganistán al estallar una bomba al paso de su vehículo blindado, en las cercanías de la ciudad de Roza (oeste del país), donde la unidad a la que pertenecían lleva a cabo labores de reconstrucción y asistencia a la población civil.

"Es un auténtico drama", lamentó el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, en una conferencia de prensa improvisada en la que transmitió sus condolencias a las familias y al Ejército polaco.

Los militares muertos transitaban en un convoy de varios vehículos a bordo de un blindado tipo M-ATV, que quedó completamente destrozado tras la explosión del artefacto. "La carga era muy potente ya que el tipo de vehículo que trasladaba a los soldados polacos se considera relativamente resistente a este tipo de detonaciones", explicó Tusk.

El convoy se dirigía a comprobar el avance de los trabajos en la reconstrucción de un mausoleo, uno de los proyectos que desarrollaba la unidad polaca en esta localidad.  Los cinco soldados, que perdieron la vida en el acto, pertenecían a la Brigada Mecanizada Bartoszycka, con sede en el noreste de Polonia.  Los soldados murieron en un supuesto atentado talibán.

Con este ataque, el mayor que sufren las tropas polacas destinadas en Afganistán, asciende a 36 el número de polacos muertos en ese país por acciones insurgentes, 31 de ellos uniformados.

Polonia tiene actualmente unos 2.500 efectivos desplegados en la tropa internacional de la ISAF en el país asiático.