Birdman, el debut en la comedia dramática del mexicano Alejandro González Iñárritu (Babel) fue recibido hoy con fuertes aplausos en la jornada inaugural de la 71° edición del Festival de Cine de Venecia.

Sin perder la intensidad de sus anteriores filmes, como "Amores perros" o "21 gramos", Iñárritu consigue hacer reír al espectador con una historia en la que el siempre inquietante Michael Keaton se atreve a parodiarse a sí mismo al encarnar a un actor venido a menos que en su momento llegó a lo más alto con un papel de superhéroe.

Edward Norton y Andrea Risenbourgh le acompañan, haciendo también de actores, en un proyecto ambicioso y delirante: el intento de levantar su propia obra en Broadway. Mientras que su familia -Amy Ryan y Emma Stone- pone el contrapunto sensato y lacónico a la marea de egocentrismo al que se enfrentan.

Birdman, subtitulada "The unexpected virtue of ignorance" (La inesperada virtud de la ignorancia), recurre a lo largo de prácticamente todo el metraje al plano secuencia -con algún que otro corte elíptico-, en contraste con la fragmentación dramática de las primeras películas del director mexicano. Su recepción recuerda el conseguido justo un año antes con una cinta de otro mexicano, Gravedad (de Alfonso Cuarón), la que inició en Venecia su brillante camino de premios que lo llevó al Oscar.

La película fue recibida con entusiasmo por la crítica, y el barómetro de la prensa de Hollywood, la revista Variety, dijo que se trata del mejor filme del mexicano. "Es un triunfo en cada nivel creativo, desde la creación hasta la ejecución, que electrificará a la industria, cautivará a los espectadores de arte y ensayo y multisalas, obtendrá muchos premios y dará alas nuevas a la carrera de Keaton", sostuvo el crítico Peter Debruge.

Con infinito entusiasmo, Debruge comenta que el personaje de Keaton "es uno de esos roles, como Norma Desmond en Sunset Boulevard, que se basa en gran medida en quién es la persona tras el actor, y que funciona porque el público sabe muy poco acerca de la vida privada de Keaton, aunque lo encuentran entrañable incluso cuando él está interpretando a su narcisista personaje", escribe.

Mientras, The Hollywood Reporter destacó que "Birdman vuela muy, muy alto. Es uno de los ejemplos más sostenidos de un tour de force visual en el cine indie como nunca se ha visto nunca, todo al servicio de una historia que examina la naturaleza cambiante de una celebridad y de la popularidad respecto a la fama", anotó Todd McCarthy.