El documental dirigido por Oskar Tejedor "Balenciaga, permanecer en lo efímero", que recoge la biografía personal y profesional de un modisto que "transformó la moda y liberó a la mujer de todas sus ataduras", se presentará el próximo sábado, 8 de mayo, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Según explicó el director, la finalidad del documental es demostrar cómo Balenciaga permanece hoy en día y continúa siendo un referente de la historia de la moda, en una evolución desde que él nace, en 1895, hasta hoy.
Para realizar este filme, el director explicó que hizo un gran proceso de investigación: "estuve casi un año y medio por todo el mundo y me ha costado muchísimo" porque el diseñador era muy reservado y en 50 años de trayectoria no dio ninguna entrevista, por lo que "no había nada, solo leyendas urbanas".
Además, la Fundación Balenciaga le puso "muchas trabas". Por ello, el documental se puso "en modo pausa" y es cuando el director decidió irse a París, Londres y Estados Unidos a buscar información que "aquí no podía tener". Quería la información más fidedigna posible, por eso buscó gente que conociera perfectamente al modisto, que hubiera estado con él.
"Trabajar con las personas que le conocieron fue muy duro y tuve que ir poco a poco porque yo era un don nadie y me estaba metiendo en camisa de once varas", reconoció Tejedor.
El documental tiene tres ejes narrativos: el histórico, que cuenta como llegó y se desarrolló en París; el segundo, la confección de un traje, que Balenciaga hizo en 1953, en la que se conoce su técnica; y la repercusión que ha tenido y tiene este diseñador a lo largo de la moda.
En cuanto a la personalidad de Balenciaga, Tejedor afirmó que "es única". Reconoció que es muy difícil saber cómo era verdaderamente pero que, a través de los amigos del diseñador, "vas descubriendo esas pequeñas piezas que construyen el puzzle de su personalidad". Era extremadamente perfeccionista, "podía deshacer un traje la noche antes del desfile de la colección", ha asegurado.
El director del filme describió al modisto como "extremadamente reservado con su vida íntima, muy austero, un trabajador nato, muy humilde, pero ambicioso al mismo tiempo".