La polémica conversación telefónica del Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, con la mandataria de Taiwán, Tsai Ing-wen, fue solo una "llamada de cortesía", dijo el futuro Vicepresidente, Mike Pence. "No fue nada más que aceptar una llamada de cortesía de una líder electa democráticamente", afirmó Pence a ABC News, sobre la conversación el viernes entre Trump y la Presidenta de Taiwán. La conversación rompió con décadas de una política diplomática de Estados Unidos y creó un serio riesgo de una fisura con China.

Washington rompió formalmente relaciones diplomáticas con la isla en 1979 y reconoce a Beijing como el único gobierno de "una sola China", aunque mantiene vínculos amistosos, no oficiales, con Taipei. China considera a la autónoma Taiwán como parte de su propio territorio y espera que en algún momento se reunifiquen, y cualquier movimiento de Estados Unidos que insinúe su independencia, incluso una llamada de la Presidenta Tsai, la cual fue anunciada por Trump en Twitter, supone una gran ofensa a China. Taiwán se separó de facto de la China comunista y nombró un gobierno independiente en 1949, pero Beijing la considera aún parte de su territorio.

Los medios estatales chinos dijeron que la "inexperiencia" de Trump lo llevó a aceptar la llamada telefónica, pero alertaron que cualquier alteración de la política de "Una sola China" podría "destruir" la relación con Estados Unidos.

Así, Kellyanne Conway, asesora de Trump, dijo en declaraciones a Fox News Sunday que su jefe es "muy consciente" de la política de Washington de "una sola China". "Esto fue (...) sólo una llamada telefónica. Una señal de que acepta una llamada de felicitación", dijo Conway.

Durante su campaña, Trump criticó de manera severa la política comercial de China, a la que acusó de manipular su moneda para estimular sus exportaciones, incurriendo en una competencia desleal con las empresas estadounidenses. Los constantes ataques a Beijing hicieron más creíble la posibilidad de un cambio de la política estadounidense hacia Taiwán.

El viernes la Casa Blanca señaló que Washington ha apoyado siempre la política de "una sola China".

Alianza con México

En medio de esta tensión, China planteó una "alianza estratégica" con México para "fortalecer el libre comercio" ante las amenazas de proteccionismo lanzadas por Trump. Así lo afirmó en Ciudad de México el embajador chino Qiu Xiaqi, quien señaló que "estamos dispuestos a aumentar nuestros esfuerzos" y "fortalecer mucho nuestra cooperación" con México.

Ante las amenazas de Trump de abandonar el Tratado de Asociación Transpacífico y revisar el Tratado de Libre Comercio (TLCAN), Xiaqi afirmó que su país desea "inyectar nueva energía en el desarrollo" de las relaciones bilaterales. "El libre comercio y la globalización económica son la ruta correcta para llevar beneficios a la comunidad mundial", afirmó el diplomático.