Casi tan pronto como Donald Trump entró en la carrera por la Casa Blanca, comenzaron a surgir comparaciones con Ronald Reagan. Así, por ejemplo, el diario Chicago Tribune, en un editorial de abril pasado, habló de los "paralelismos misteriosos" entre las elecciones de 2016 y las de 1980, año en que el actor de Hollywood resultó electo presidente. Paralelismos impulsados especialmente desde el entorno del magnate, en su afán por acercar a Trump con el Partido Republicano. Pero la estrategia ha desatado un fuerte debate. No en vano, involucra la figura de Reagan, el "icono sagrado" de los republicanos.

Ya en octubre de 2015, el ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, quien suena fuerte para el cargo de secretario de Estado, afirmaba en el programa Morning Joe de NBC que Trump ha sido "subestimado", tal como Reagan. Comentarios que reiteró en septiembre, cuando comparó a Trump y al Presidente ruso Vladimir Putin con Reagan y Mijail Gorbachov, el último líder de la Unión Soviética. "Gorbachov fue un asesino, al igual que Putin es un asesino", dijo Giuliani. "Pero eso puso fin a la Guerra Fría sin disparar un tiro, porque Reagan fue capaz de retirarse de (la cumbre de) Reikiavik. Como Trump dejó claro la otra noche en Pensacola que es perfectamente capaz de abandonar un acuerdo si no es del mejor interés para EE.UU.", agregó Giuliani.

También en septiembre el compañero de fórmula de Trump, Mike Pence, recurrió a los paralelos entre el candidato presidencial republicano y el fallecido ex mandatario. "Al igual que Ronald Reagan, Donald Trump tiene la honestidad y la franqueza para confrontar los retos que enfrenta el pueblo estadounidense", afirmó Pence en un discurso en la biblioteca presidencial de Reagan en Simi Valley. "Y como Reagan, creo que Trump tiene la tenacidad para reconstruir nuestra economía y comandar el respeto del mundo", enfatizó.

Pero las críticas surgieron de inmediato desde la familia Reagan y de quienes fueran sus asesores más cercanos. Así, el hijo mayor del ex mandatario, Michael Reagan, dijo que no hay "nada realmente Reaganesco" sobre Trump, aunque respaldó al candidato del Partido Republicano (ver entrevista). Y la hija de Reagan, Patti Davis, criticó a Trump por comentarios que algunos interpretaron como promotores de la violencia contra la candidata demócrata Hillary Clinton, citando el intento de asesinato al que sobrevivió su padre.

"Trump es un fanático, un matón, y desprovisto de gracia o magnanimidad. Su beligerancia de piel delgada ante cada desafío, reproche o crítica promete a la nación una serie de disputas de alto voltaje", escribió el ex director político de la Casa Blanca durante el mandato de Reagan, Frank Lavin, en un artículo de opinión de CNN en el que anunció que votaría por Hillary Clinton.

Y es que, como escribió el propio Chicago Tribune, el parecido entre ambas figuras "es engañoso". "Las diferencias entre el Reagan de 1980 y el Trump de 2016 son mayores y más profundas que las similitudes", sostiene el periódico.

Al respecto, el historiador Josh Zeitz, en un artículo publicado en el portal Politico, aludió a algunas de esas "similitudes históricas". "Grandes artistas públicos, cada uno demostró flexibilidad ideológica en su carrera pública y una capacidad misteriosa para canalizar las ansiedades sociales de los votantes evangélicos con los que compartían poca afinidad religiosa. Ambos supieron aprovechar una reserva de antipatía racial básica. Y ambos hablaban de los asuntos mundiales en términos tan simples que un niño podía entenderlos, un atributo que horrorizaba a los críticos de entonces y ahora. Pero las similitudes prácticamente terminan ahí", enfatizó Zeitz.

"Si Trump y Reagan son similares, es que ambos compitieron contra un establishment político que percibían estaba llevando a EE.UU. por el camino equivocado. Reagan se centró en contra de un establishment demócrata liberal, Trump está en contra del establishment en general", dijo a La Tercera el historiador Iwan Morgan, autor de Reagan: American Icon.

"Veo muy pocas (similitudes). Reagan consideraba al gobierno un problema; Trump parece pensar que es el enemigo", comentó a este medio el historiador Henry William Brands, autor de Reagan: The Life. "Reagan era mucho más experimentado que Trump, habiendo sido gobernador de California durante ocho años. También era un caballero", agrega.

"Reagan tenía un fuerte núcleo filosófico para sus políticas. Trump parece no tener ninguno, toma prestado eclécticamente desde diversos valores políticos", apunta Morgan, al tiempo que destaca las supuestas falencias de Trump en materia internacional.

"Reagan sabía mucho más que Trump acerca de la política exterior y tenía una estrategia claramente pensada para asegurar la seguridad nacional de EE.UU. en un momento peligroso en la Guerra Fría. La comprensión de Trump de los asuntos internacionales parece limitada", concluye.