La ciudad de Berlín fue galardonada hoy con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia coincidiendo con el XX aniversario de la caída del Muro, un acontecimiento que le hizo pasar de ser símbolo mundial de la Guerra Fría a convertirse en ejemplo de entendimiento y convivencia.

Reunido en la ciudad española de Oviedo, el jurado destacó el simbolismo actual de la capital alemana, donde la población luchó "con pérdida de su vida o de su libertad" por construir "sobre las cicatrices de la división una sociedad abierta, acogedora y creativa, un nudo de concordia en el corazón de Alemania y de Europa, que contribuye al entendimiento, la convivencia, la justicia, la paz y la libertad en el mundo".

El galardón, dotado con 50.000 euros (71.000 dólares) y una estatuilla de Joan Miró, reconoce a personas o instituciones que hayan "contribuido de forma ejemplar y relevante al entendimiento y a la convivencia en paz entre los hombres, a la lucha contra la injusticia, la pobreza, la enfermedad, la ignorancia o a la defensa de la libertad".

Berlín, dividida en cuatro sectores bajo el control de los aliados y de la Unión Soviética, se convirtió en sede permanente del enfrentamiento ideológico entre Este y Oeste.

Aunque hasta la fecha no existen datos exactos sobre el número de víctimas, más de 75.000 personas fueron arrestadas y de al menos 138 se ha certificado su muerte al intentar escapar de Berlín Este al otro lado del Muro.

La revolución pacífica que condujo el 9 de noviembre de 1989 a la caída del Muro y posteriormente a la reunificación de Alemania, ha interesado desde entonces a millones de personas en todo el mundo y ha contribuido al reestablecimiento del equilibrio entre Oriente y Occidente.

La candidatura de la capital alemana fue presentada por un grupo de parlamentarios europeos de todas las ideologías, encabezado por el socialdemócrata alemán Martin Schulz y del que forman parte también el español Íñigo Méndez de Vigo, del Partido Popular Europeo (PPE), y el socialista español Enrique Barón Crespo.

Recibió además numerosos apoyos procedentes, tanto del mundo de la política como desde el mundo del pensamiento y del deporte. Entre quienes abogarón por que Berlín recibiese el galardón se encuentran el filósofo alemán Jürgen Habermas, el ex piloto de Fórmula 1 Michael Schumacher y el escritor italiano Claudio Magris, todos ellos Premio Príncipe de Asturias con anterioridad.

En la recta final de las decisiones del jurado, la ciudad se impuso a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al jesuita español Kike Figaredo, que desde 1991 trabaja en Camboya contra las minas antipersona, y al reportero irano-canadiense Maziar Bahari.

El Premio Príncipe de Asturias de la Concordia es en esta edición el último en concederse de los ochos galardones que anualmente y desde 1981 entrega la fundación del mismo nombre presidida por el príncipe Felipe.

Todos los premios se entregarán en una ceremonia que tendrá lugar en octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo y que presidirán los príncipes Felipe y Letizia.