Ciudad de Kashgar vive sus últimos días
La joya arquitectónica de la Ruta de la Seda será totalmente reconstruida por China.
Las excavadoras están destruyendo la ciudad más antigua de China y joya arquitectónica de la Ruta de la Seda, Kashgar, con casi dos mil años de historia y epicentro de la etnia uigur, protagonista en julio de unas violentas revueltas étnicas.
Habitada hoy por casi medio millón de personas, el 90% uigures, Kashgar era el oasis más importante en la ruta comercial que unió Xian y Estambul desde el siglo II a.C, y hoy no sólo es una de las reliquias de esa etnia turca, sino el patrimonio cultural vivo más antiguo y rico de China.
Los uigures, turcomanos que empezaron a asentarse en la zona en el siglo IV a.C., se beneficiaron de ese comercio y convirtieron a la ciudad, ubicada en mitad del desierto, en una de las más prósperas y ricas de Asia Central.
CASCO ANTIGUO
La "reforma" del laberíntico casco antiguo de Kasghar, cuyos edificios de ladrillo de adobe han sobrevivido 1.700 años y fueron alabados por Gengis Kan y por Marco Polo, implica también el traslado de los 220.000 uigures que la habitan, y el final de su modo de vida, que ha permanecido intacto durante siglos.
Las autoridades, que iniciaron la demolición en febrero, alegan que es necesario reconstruir la ciudadela por estar ubicada en un área sísmica, para modernizar la vida de sus habitantes y lograr la "armonía social" que proclama el presidente chino, Hu Jintao.
"Es una tragedia para el patrimonio cultural", señaló el profesor de arquitectura Luo Deyin, de la Universidad Tsinghua de Pekín.
"Quizás los reubicados vivan mejor, quizás mejoren las infraestructuras y el suministro de agua potable y de desagües. Pero el problema es que ya no existirá Kashgar, una de las ciudades más importantes de la Ruta de la Seda", agrega.
UIGURES
Sin embargo, la Asociación Uigur Americana denuncia que la destrucción de Kashgar "forma parte de una campaña intensiva para diluir la cultura única de los uigures y su identidad", un extremo apoyado por el relator de la ONU contra la Tortura, Manfred Nowak, quien asegura que los uigures son torturados por Pekín.
La ciudad antigua, agrega el grupo, es una infinidad de calles laberínticas que han preservado la lengua, la música y la gastronomía uigur durante siglos, pero también un área difícil de controlar por parte del Partido Comunista de China (PCCh).
Su destrucción es una forma simple de resolver un problema étnico complejo, pero incluso los expertos chinos están escandalizados.
"El problema es que nunca se ha visto en el mundo que una ciudad se destruya y reconstruya para prevenir un terremoto", señala Luo, que pone como ejemplo las urbes históricas italianas.
KASHGAR
Situada en la región occidental autónoma de Xinjiang, donde hoy más de la mitad de los 20 millones de habitantes son ya chinos, Kashgar (Kashi, en mandarín) acoge a 17 grupos étnicos que incluyen también otros centroasiáticos como tayikos, kirguís y kazajos, y se considera el lugar en el que Asia Oriental converge con la Central.
El 5 de julio se desataron unas revueltas étnicas sin precedentes en la capital provincial, Urumqi, con cerca de 200 muertos, según cifras oficiales, pero los uigures indican que Pekín está censurando el número de uigures muertos a manos del Ejército.
Hoy Urumqi y Kashgar están tomadas por los militares chinos, y las excavadoras continúan demoliendo la segunda, propuesta para el Patrimonio de la UNESCO en 2002, todavía pendiente de aprobación.
He Shuzhong, funcionario y fundador de la ONG Centro para la Protección del Patrimonio, destaca que en la actualidad "quedan pocas ciudades antiguas en China, Kashgar es una de ellas. Pero todavía quedan menos que sean el entorno de una minoría étnica".
Kashgar, declaró He, "representa la cultura árabe e islámica en China. Tiene tanto valor que el no conservarla es un gesto erróneo y estúpido".
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