Ocho horas al día tienen los habitantes de la ciudad de Luhansk, al este de Ucrania, para huir del fuego de los ataques entre las milicias rebeldes prorrusas y efectivos leales al gobierno en Kiev (ver infografía). Los ataques son a causa del operativo antiterrorista que Ucrania ha puesto en marcha en las regiones de Donetsk y Luhansk, los dos principales bastiones de la rebelión prorrusa y que desde el 7 de julio han sido bloqueadas por el Ejército.

La zona se encuentra completamente bajo el asedio de las fuerzas gubernamentales, y sólo ayer más de 321 personas evacuaron la ciudad de Luhansk, según confirmó el vocero militar ucraniano Alexéi Dmitrash- kivski. Se trata de 139 mujeres, 174 hombres y nueve menores de edad, quienes abandonaron el lugar en una caravana de 95 vehículos rumbo a Shchastya, una localidad de la región homónima que se mantiene bajo control del gobierno. Sin embargo, el alcalde de Luhansk, Serguei Kravchenko, aseguró que el "corredor verde" para sacar a la población no funcionaba, y urgió a ambas partes a un cese el fuego.

La situación en Luhansk se ha vuelto insostenible para sus habitantes. El viernes pasado, una vocera de la Cruz Roja definió la situación en el este de Ucrania como una "catástrofe humana". En tanto, Kravchenko aseguró que los suministros básicos, como el agua, el gas y la luz, se encuentran cortados por la falta de reservas. Los trenes no pueden abandonar la urbe por los conflictos y las reservas de alimentos almacenados se han echado a perder por la falta de suministro eléctrico, e incluso obtener agua potable es casi imposible, según el edil.

Las autoridades ucranianas aseguraron ayer que ya han reconquistado tres cuartas partes del territorio antes controlado por prorrusos, en un operativo que se ha extendido por más de tres meses y medio.

Ayer, las tropas ucranianas iniciaron un ataque masivo en la localidad de Orlovo-Ivanovka, a sólo cuatro kilómetros del lugar donde yacen los restos del avión malasio abatido por un misil el pasado 17 de julio. Los forenses holandeses y australianos regresaron ayer a ese lugar para continuar con la búsqueda de cuerpos, algunos de los cuales ya han sido trasladados a la ciudad de Jarkov, para proceder con su repatriación a Holanda.