El alcalde autoproclamado de la ciudad ucraniana de Slaviansk (este), controlada por los separatistas prorrusos, pidió el domingo al presidente ruso, Vladimir Putin, el envío de tropas rusas para proteger a la población local tras un tiroteo mortal el día de Pascua.
"Les pedimos (en referencia a Rusia) que estudien lo más rápido posible la posibilidad de enviar fuerzas de mantenimiento de la paz para defender la población contra los fascistas", declaró este responsable, Viacheslav Ponomariov, en rueda de prensa.
Ponomariov decretó asimismo un toque de queda en la ciudad, controlada por los prorrusos desde hace más de una semana.
En la localidad de Bilbasivka, unos 18 km al oeste de Slaviansk, se produjo durante la noche un tiroteo en un puesto de control montado por los prorrusos.
Según Ponomariov, el tiroteo se saldó con cinco muertos, tres militantes prorrusos y dos asaltantes.
Un fotógrafo de la AFP vio los cuerpos sin vida de dos militantes prorrusos en una camioneta.
"Cuatro coches se aproximaron a nuestro puesto de control hacia la 01.00 (hora local). Cuando quisimos controlarlos, abrieron fuego contra nosotros con armas automáticas", señaló a la AFP un militante prorruso encapuchado.
"Ahora, tenemos que armarnos para defendernos. Ya no confiamos en nadie", dijo Evgueni Bondarenko, un jubilado de 62 años, que aseguró que los asaltantes eran del grupo nacionalista paramilitar ucraniano Pravy Sektor.
Moscú reaccionó rápidamente a este incidente, que atribuye también a Pravy Sektor y que se produce tres días después de la firma de un acuerdo en Ginebra entre rusos, ucranianos y occidentales con el objetivo de rebajar la tensión en la crisis ucraniana.
"Rusia está indignada por esta provocación que muestra la falta de buena voluntad de las autoridades de Kiev para desarmar a los nacionalistas", señaló en un comunicado el ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
El Pravy Sektor, por su parte, denunció "la propaganda rusa, que es peor que la de la Alemania nazi" e ironizó sobre las tarjetas de visita de su líder presuntamente halladas cerca del lugar del incidente.
El ministro ucraniano del Interior, Arsen Avakov, visitó el este del país para inspeccionar las tropas de la Guardia Nacional desplegadas en la región para luchar contra los prorrusos.
En Slaviansk, los militantes prorrusos tienen bajo control el ayuntamiento, la policía y la sede local de los servicios de inteligencia desde hace más de una semana.
Esos activistas locales cuentan con el respaldo de hombres armados presentados como grupos de autodefensa, si bien Kiev y los occidentales los acusan de ser tropas de elite de los servicios especiales del ejército ruso.
Los occidentales acusan a Moscú de haber movilizado 40.000 soldados en la frontera con Ucrania. El Kremlin, por su parte, desmiente cualquier proyecto de invasión del este ucraniano, pese a que el presidente Putin cuenta con la autorización del paralamento para intervenir en Ucrania.