La tercera derrota consecutiva en la liga italiana, esta vez en calidad de local ante Parma (2-4), desató la crisis total en AC Milan.
Ya antes del encuentro, hubo problemas fuera del estadio milanista, cuando un centenar de aficionados se manifestó para protestar por la crisis deportiva del equipo.
"Todos son responsables de esta crisis, nos arruinaron. Teníamos un gran equipo y ahora no queda nada", señalaban los aficionados.
Los hinchas están en pie de guerra y pedían la salida de todos los dirigentes del tradicional elenco rossonero.
Sin embargo, tras el partido, el técnico Clarence Seedorf intentó calmar las aguas, reuniéndose junto a cuatro jugadores del plantel: Mario Balotelli, Kaká, Ignazio Abate y Daniele Bonera.
"Son situaciones delicadas. Estas personas tienen los colores de esta camiseta en el corazón. El encuentro ha sido muy pacífico y no ha tenido nada de particular. En este momento suman ya dos años de sufrimiento y necesitaban expresarse", afirmó el DT holandés al canal Sky Italia.
Además, el entrenador reconoció que ya ha vivido situaciones similares y que "escuchar a los aficionados ayuda y el equipo, ahora, está preparado para actuar".
Sobre la manifestación que se produjo en los aledaños del estadio del Milan, en la que los aficionados llamaron "indignos" a los jugadores, Seedorf afirmó que "condicionó" todo el encuentro.
Seedorf además culpó al anterior entrenador, Massimiliano Allegri, de la situación del equipo, afirmando que, a su llegada el pasado 15 de enero, encontró "un equipo física y mentalmente al límite".
"Yo no soy el responsable de esta situación. Tengo un contrato y la confianza del equipo. Estoy seguro de que el próximo año el Milan será un equipo competitivo", subrayó.