Dentro del mercado financiero se pueden encontrar los denominados Pagarés Descontables del Banco Central (PDBC), instrumentos de plazo menor emitidos por el Banco Central. Son papeles de mayor liquidez (más fáciles de vender) y que en el mercado secundario se pueden comprar para distintos plazos, que van desde uno a 90 días.
 
La palabra "descontable" quiere decir que no tienen una tasa de emisión, sino que su tasa de interés se determina al momento de su adquisición, resultado de la diferencia entre el precio de compra y el valor que promete pagar el día de su vencimiento.
 
Se debe tener en cuenta que los PDBC son instrumentos denominados en pesos, por lo que el riesgo de inflación está presente. Asimismo, la tasa interna de retorno (TIR) de estos papeles se expresa en base a 30 días, y su cálculo se determina de la misma forma que para los depósitos a plazo.
 
Por otra parte, y para aquellas personas que cuentan con cantidades significativas de capital y están dispuestas a esperar más tiempo por el retorno de su inversión, el mercado financiero dispone de varias alternativas en instrumentos de renta fija de mediano y largo plazo. El inversionista que transforma su dinero en instrumentos de largo plazo evitará el riesgo de tasa de interés si mantiene los papeles de largo plazo hasta la fecha de su vencimiento.
 
Entre estos instrumentos se encuentran los Pagarés Reajustables y los Bonos del Banco Central, emitidos a diferentes plazos y con denominación tanto en Unidades de Fomento (UF) como en pesos.
 
Los PRC (Pagarés Reajustables del Banco Central con cupones) son instrumentos que eran emitidos regularmente hasta el año 2002. Como en la década de los 90 se emitieron grandes cantidades de ellos a plazos de hasta 20 años, todavía son muy transados en el mercado secundario.
 
Los PRC son instrumentos denominados en UF, emitidos a plazos de 8, 10, 12 ó 20 años y que tienen montos de 500, 1.000, 5.000 ó 10.000 UF, los que pagan cupones cada semestre.

Desde el 2002, el Banco Central comenzó a emitir en forma regular los BCU (Bonos del Banco Central en UF) y los BCP (Bonos del Banco Central en Pesos). Los primeros tienen plazos de 5 y 10 años, mientras que los segundos tienen plazos de 2, 5 y 10 años.
 
¿Cómo invertir en bonos del Banco Central?

Una alternativa para adquirir este tipo de instrumentos es hacerlo directamente en un centro bursátil, para lo cual se necesita de los servicios de un corredor de Bolsa. Para invertir en forma directa se debe contar con montos relativamente altos de capital, de al menos 500 UF (es decir, más de 10 millones de pesos).
 
Si no se posee suficiente dinero para hacerlo de manera directa, una persona puede invertir en estos instrumentos a través de fondos mutuos. Si se desea invertir sólo en instrumentos del Banco Central y no en bonos de otros emisores, se debe elegir un fondo mutuo cuyo reglamento estipule que sólo se puede invertir en este tipo de documentos. En último caso, se debe buscar alguno que tenga una cartera compuesta mayoritariamente por este tipo de inversiones.
 
En el caso de los BCU, éstos tienen una tasa de emisión simple del 5% anual, están denominados en UF, pagan cupones semestrales y tienen un plazo de 5 ó 10 años al momento de ser emitidos (BCU-5 y BCU-10 respectivamente). Los cupones corresponden sólo al pago de intereses, mientras que el capital adeudado se devuelve con el último cupón.

Los principales riesgos de invertir en bonos son el riesgo de no pago o incumplimiento y el de tasa de interés. El riesgo de incumplimiento es fácil de estimar, pues usualmente los bonos son jerarquizados o clasificados; es decir, una empresa independiente denominada clasificadora de riesgo le pone una nota al bono que refleja su riesgo de no pago. De hecho, en el caso de bonos emitidos por el Banco Central de Chile, la impresión del mercado por las últimas décadas es que el pago está prácticamente garantizado, por lo que el principal riesgo, y quizás el único riesgo de invertir en ellos, sería el de la tasa de interés. Cuantificar el riesgo de tasa de interés no es tan simple.