Buscar un mejor trabajo y un clima más templado eran, hasta ahora, los principales argumentos para que muchos estadounidenses decidieran migrar hacia otra ciudad del país. Sin embargo, en la actualidad están motivados por la búsqueda de una casa más barata.
Según un artículo del diario The New York Times, las ciudades de más rápido crecimiento del país son aquellas donde la vivienda es más asequible que el promedio, lo que representa un cambio decisivo en comparación con los primeros años de este siglo, cuando era fácil obtener un crédito y muchos preferían ciudades grandes, como San Francisco o Nueva York.
Según cifras del censo, citadas por The New York Times, de las personas que se fueron a vivir a más de 800 kilómetros, el porcentaje que dijo que estaba motivado principalmente por el aumento del precio de la vivienda pasó de un 8% en 2007 a 18% en 2014. El deseo de una casa nueva, mejor o más barata, así como la oportunidad de comprar en vez de arrendar, fueron algunos de los motivos esgrimidos por las personas.
Según un estudio realizado por Jed Kolko, economista del sitio online de bienes raíces estadounidense Trulia, la capacidad de la clase media de costear una vivienda ha empeorado en el último año, especialmente en el mercado de las costas este y oeste. Por eso, las ciudades del interior, especialmente del Medio Oeste y del sur del país, parecen la opción de este grupo socioeconómico.
En este sentido, un estudio de la empresa de bienes raíces Redfin señala que una familia que gana dos sueldos promedio no puede costear una vivienda a un valor promedio en la mayoría de las ciudades norteamericanas más grandes. El reporte reveló que sólo el 41% de las viviendas que están actualmente a la venta en 40 ciudades del país pueden ser costeadas por una familia con dos ingresos promedio. Y sólo el 10% de las viviendas pueden ser costeadas en el caso de que una familia tenga sólo un ingreso promedio.
Según un artículo del diario The Wall Street Journal, muchos profesionales jóvenes se han ido a vivir a las ciudades del interior, no sólo en busca de viviendas más baratas, sino que también de mejores trabajos y calidad de vida.
De acuerdo con The New York Times, Oklahoma City, por ejemplo, ha superado a la mayoría de otras ciudades en crecimiento desde el año 2011, convirtiéndose en la 12ª ciudad con mayor crecimiento el año pasado. También ha ganado demográficamente, al recibir jóvenes de entre 25 y 34 años. Otras ciudades asequibles que han saltado en el ranking de crecimiento son El Paso y San Antonio, en Texas; Columbus, en Ohio, y Little Rock, en Arkansas.
La mayoría de las personas que se han ido a vivir a los 25 condados con más flujo de inmigración de mayores de 25 años con grados académicos ha sido porque las viviendas son más costeables, según un estudio del diario The Wall Street Journal. Así, los demógrafos han citado varias causas para este cambio en el destino de la migración, entre las que se incluyen un aumento en el precio de las propiedades en las áreas costeras, una mayor conciencia del aumento en la deuda hipotecaria y, por ejemplo, los impuestos más bajos en las ciudades del sur.
Entre los condados que han perdido habitantes con buena educación se encuentra Cook, en Chicago, con la emigración de 3.825 personas entre 2008 y 2012. Nueva York y Los Angeles, dos de las ciudades más grandes del país, también han perdido habitantes, además de ex centros industriales, como Filadelfia y Cleveland. "Hay partes del país, incluyendo Manhattan, que no son hospitalarias para los estadounidenses de la clase media", dijo Edward Glaeser, de la Universidad de Harvard, al diario The Wall Street Journal.